Señor de los Milagros (Perú) - Definición, Concepto y Qué es

El pueblo peruano es mayoritariamente católico y la manifestación religiosa más importante del país tiene lugar en el mes de octubre, cuando se celebra una procesión en recuerdo de Jesucristo crucificado.

Este acontecimiento es conocido popularmente con una denominación, el Señor de los Milagros. También se le conoce como la Procesión del Cristo Moreno.

Una tradición católica que está relacionada con Pachacamac, una deidad del Perú prehispánico

Antes de la llegada de los españoles al territorio de Perú, los pobladores de la cultura ichma y luego los incas veneraban a Pachacamac, el dios que protegía a los hombres de los temblores de la Tierra. Cuando los españoles conquistaron Perú, las representaciones de Pachacamac fueron destruidas.

Los funcionarios coloniales impusieron la prohibición de los ancestrales cultos andinos e iniciaron un proceso de evangelización en la fe católica. En este contexto, los españoles introdujeron la figura de Jesucristo como si fuera un nuevo monarca inca con poderes divinos. Así, el culto a Pachacamac fue evolucionando hacia el culto a Jesucristo.

El origen de la devoción al Señor de los Milagros

Con las nuevas devociones venidas del mundo occidental, los andinos fueron asimilando el culto a los santos y a Jesucristo. Hacia 1550 el encomendero español Hernán Gonzalez tomó la decisión de trasladar a un grupo de indios nativos que trabajaban las tierras próximas al santuario de Pachacamac hacia unas tierras de su propiedad situada en la Ciudad de los Reyes, la actual ciudad de Lima. Por este motivo, los nativos encomendados denominaron a este lugar Pachacamilla y allí mantuvieron su culto primitivo a Pachacámac.

En Pachacamilla se produjo un proceso de sincretismo religioso entre el culto originario de los andinos y la religión católica. Con el paso del tiempo, la población autóctona fue disminuyendo y llegaron nuevos pobladores esclavos de origen angoleño.

Los africanos asimilaron la cultura española y empezaron a organizar cofradías con el propósito de enterrar dignamente a sus familiares. Se formó así la cofradía de Pachacamilla integrada por afroperuanos.

Mientras tanto, el Cabildo de Lima observaba con recelo a las cofradías, pues estas agrupaciones organizaban actos festivos que no contaban con la aprobación de los representantes de la iglesia católica. En este contexto, en 1651 un negro esclavo de la cofradía de Pachacamilla pintó en la pared de su balcón la imagen de Cristo crucificado.

En poco tiempo, la población empezó a atribuir a la imagen poderes milagrosos.

En 1655 un fuerte terremoto provocó grandes destrozos en toda la ciudad, pero la pared donde estaba la imagen de Jesucristo permaneció en pie. De esta manera surgió espontáneamente la tradición peruana del Señor de los Milagros.

Esta imagen se encuentra en el Altar Mayor en el Santuario de las Nazarenas.