Significado de sociología Definición, características, importancia y autores clásicos
Licenciada en Psicología
1. Disciplina que investiga las formas de interacción, relación y convivencia de las personas respecto de las estrcuturas formales, leyes jurídicas y culturales de la sociedad conforme su funcionamiento.
2. Evaluación de una conducta social, de acuerdo a las circunsctancias, posibles motivos, y variables del correspondiente periodo histórico.
3. Recopilación de datos a base de encuestas, entrevistas, perfiles, para observar problemáticas y/o estados de situación de sectores sociales.
Etimología: Por el francés sociologie, definido en la década del 1780 por J. Sieyès, más tarde en A. Comte (1798-1857), a quien se le suele atribuir la palabra, en su trabajo Cours de Philosophie Positive, 1839, formado por el latín, socius, en cuanto ‘socio’ en el maco social, y -logía, sobre el griego -λογία (-logía), en atribución de ciencia.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: so-cio-lo-gí-a.
Sociología
Definición formal
La sociología es una carrera dedicada a la ciencia social, cuyo objeto de estudio son los seres humanos en sociedad, en pos de descifrar a la persona en base a las condiciones del entorno y la época, incidiendo drástica y profundamente en las valoraciones y formas de comportarse evidenciadas tanto a nivel individual como grupal.
La referencia etimológica remonta al siglo XIX, dados los trabajos del filósofo francés Comte, quien unifica el latín socius, que se interpreta como socio en el marco de las relaciones sociales, y el sufijo griego -logia, correspondiente a ciencia.
Características e importancia de la sociología
Esta ciencia se concentra en el conocimiento de las interacciones producidas, valores, normas, sistemas de poder, estratificaciones sociales, grupos, creencias religiosas, revoluciones, tipos de sociabilización intra y extrafamiliar, política, economía, cultura, fenómenos sociales como el suicidio, etcétera, todo ello en el marco de determinado tipo de sociedad, entendiendo que cada una tiene sus rasgos propios que la definen y ubican socio-históricamente.
La importancia de la sociología radica en que justamente el vivir en sociedad, con toda la complejidad que ello supone y construcciones humanas, diferentes a las normas que dominan la naturaleza, es lo que nos hace personas y nos diferencia del resto del mundo animal.
No existe individuo que no se vea afectado significativamente, influido en todos los aspectos de su identidad e intercambios vitales, por su relación, socialmente instituida, con otros seres humanos. Entonces, el contexto social en el que nacemos y nos formamos puede determinar nuestros intereses, gustos, ideas y aspiraciones.
Entonces, lo que en algunas sociedades es entendido como “desviación” respecto de lo esperable, en otras está aceptado como “normal” y adecuado.
A su vez, los seres humanos también modifican a la sociedad, por ejemplo, en el pasaje de las sociedades tradicionales a las modernas, a través de las revoluciones francesa e industrial.
Debido a su gran valor para todas las ciencias sociales y humanas, es importante la formación en este campo del saber para otras disciplinas, como la psicología y la historia.
Los padres de la sociología: Saint-Simon y Comte
Los primeros nombres que resuenan en la historia de la sociología son los de Claude Henri Rouvroy, conde de Saint-Simon (1760-1825) y Auguste Comte (1798-1857), considerados los fundadores de esta ciencia.
Ambos, en reacción al iluminismo, consideran a la sociología desde una perspectiva positivista, es decir, a partir de los saberes obtenidos por la experiencia, utilizando el modelo de las ciencias naturales.
Autores clásicos: Marx, Durkheim y Weber
Más tarde, aparecen otras figuras en la sociología, cuyos nombres son muy relevantes desde su época hasta la actualidad: Karl Heinrich Marx (1818-1883), Émile Durkheim (1858-1917) y Max Weber (1864-1920). Estos son conocidos como los “sociólogos clásicos”.
Marx escribe en el contexto de las revoluciones, francesa e industrial, que modificaron la organización de la sociedad. Define a la burguesía (los que tienen o son dueños de los medios de producción) y el proletariado (cuya única posesión son sus hijos, “la prole”, por lo que venden su fuerza de trabajo para subsistir), dos clases sociales antagónicas que luchan por el poder.
También da origen a la noción de “trabajo enajenado”, aquel donde el proletario sólo realiza una pequeña parte de la tarea, repetitiva y mecánica, sin visualizar el resultado total. Por ende, vende su fuerza de trabajo, pero el producto no le pertenece, le es ajeno, no lo siente propio.
La lucha o enfrentamientos entre clases sociales es propia de la historia de la humanidad, sucedió siempre, teoriza Marx. Pero estaría destinada a finalizar, ser superada, al constituirse una sociedad comunista, sin dichas clases.
Émile Durkheim plantea “hechos sociales”, como el objeto de la sociología, siendo las formar de pensar y actuar acorde lo que dictamina la sociedad. Distingue entre dos tipos de sociedades, las arcaicas o tradicionales y las adelantadas, modernas o industriales. En las primeras tiene lugar la solidaridad mecánica, mientras que en las segundas hay una solidaridad orgánica.
Weber expone que la sociología es el estudio de las acciones sociales, comprendidas como aquellas acciones humanas, en relación a otras personas. El mismo autor admite a la burocracia como una manera muy útil de administrar las organizaciones modernas.
Trabajo publicado en: Feb., 2020.
Ilustraciones: Rudzhan, Trailfan