Definición de Software Inflado (Bloatware)
Periodista esp. e investigador
Cuando compramos una computadora o un smartphone nuevos, es muy habitual pasar los primeros momentos eliminando aplicaciones que no nos interesan para nada, pero que por cuestiones de contrato o de servicios que ofrece la propia empresa fabricante del dispositivo, vienen preinstaladas.
Dichas aplicaciones reciben, en inglés, el nombre de bloatware, un término que en nuestra lengua se ha traducido de forma no literal como “software inflado”.
El software inflado es constituido por todos aquellos programas que nos ofrecen algún servicio o producto, vienen instalados o preinstalados por defecto, y se configuran a la vez que se realiza la configuración del sistema operativo por vez primera
Las principales fabricantes, ya sea de computadoras como de teléfonos móviles, incluyen bloatware en sus productos. Un caso típico es el antivirus.
Habitualmente, en cualquier computadora Windows nueva que compremos, veremos como se incluye un antivirus, el cual cuenta con una licencia de uso que puede ir desde los tres meses (para probarlo), hasta un año de uso. Una vez acabado este periodo, nos encontraremos en la tesitura de o bien renovarlo, o bien sustituirlo por otro equivalente (o desinstalarlo y continuar sin antivirus, lo cual no es en absoluto recomendable).
Así, encontramos el software de McAfee (compañía propiedad de Intel) instalado normalmente en máquinas Dell y HP, aunque no es el único acuerdo que se hace patente a la práctica.
El antivirus no es el único bloatware que acostumbramos a encontrar en una computadora o smartphone nuevos
Sistemas de almacenamiento en la nube (Dropbox, OneDrive,…), servicios de gestión y revelado en papel de fotografías, o de compra de recambios de todo tipo los acompañan.
En algunos casos, este bloatware ha contenido agujeros de seguridad o puertas traseras que facilitaban el acceso a la máquina y los datos del usuario al fabricante
Este fue el caso de Superfish, un bloatware instalado por Lenovo en sus computadoras que, a principios de 2015, se demostró que contenía un error en su código fuente que facilitaba el acceso al sistema del usuario.
Para evitar que muchos usuarios se sientan molestos, algunas compañías han adoptado la práctica de proponer la instalación de las aplicaciones, con la consiguiente opción de declinar, o bien simplemente incluir enlaces que conducen a su descarga desde Internet para posteriormente ser instaladas.
De esta forma, se deja a elección del usuario que instalar además del sistema operativo básico y sus aplicaciones vinculadas. Desgraciadamente, no todos los fabricantes apuestan por esta solución.
Fotos: Fotolia – Teguhjatipras / 31moonlight31
Trabajo publicado en: Feb., 2017.
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