Definición de Templo de Luxor

En la actual ciudad de Luxor (antigua ciudad de Tebas del antiguo Egipto) se erige uno de los templos más fastuosos de esta civilización, el templo de Luxor.

Esta edificación se construyó 1300 años antes de Cristo, en tiempos de los faraones Amenhotep lll y Ramsés ll, quienes impulsaron esta edificación para venerar a los dioses, especialmente al dios Amón, al que cada año se le honraba con una procesión para celebrar la llegada del año nuevo. La procesión se iniciaba en el templo de Karnak y terminaba en el de Luxor.

Estructura del Templo de Luxor

Su estructura arquitectónica se basa en un patio de gran tamaño, un vestíbulo, la sala hipóstila abierta, el patio solar y el santuario, aunque con posterioridad se incorporaron otros elementos (capillas, sala del nacimiento y algunos añadidos en tiempos de Alejandro Magno, como la sala de la Barca). Su entrada principal tiene un gran pilón en el que se describen las gestas militares de Ramsés ll. Los obeliscos que estaban junto al pilón fueron trasladados a Francia tras la campaña militar de Napoleón en Egipto. En el exterior se conservan dos estatuas de granito y destaca especialmente el conjunto de columnas con capiteles que rodean el patio.

El templo tiene una longitud de 260 metros y está unido al templo de Karnak a través de un sendero decorado por estatuas, especialmente esfinges que representan a los faraones.

Entre lo divino y lo humano

El templo de Luxor también se orientaba a la veneración de los faraones, que tenían un origen divino. En este sentido, para reafirmar su poder terrenal se celebraba un ritual para conmemorar la divinidad del faraón en una de las salas (la sala del nacimiento divino). Este ritual cumplía otra función: transmitir al pueblo que el faraón continuaría velando por su prosperidad. De esta manera, el templo de Luxor tenía un doble significado: como muestra de respeto a la divinidad y como símbolo de poder del faraón.

La figura del Dios del Aire en el centro

Ls egiptólogos coinciden en que la figura central del templo es el Dios Amón (también conocido como Amón-Ra), que es la divinidad más importante de esta civilización. Amón es el símbolo de aire, porque permanece oculto aunque está presente. Este dios era muy venerado por el pueblo y por este motivo se le hacían ofrendas que se realizaban en el templo de Luxor y en el de Karnak. Entre el pueblo y los faraones, se encontraban los sacerdotes, quienes oficiaban los ritos en las estancias del templo.