Qué es Vástago
La palabra vástago presenta dos acepciones. Por una parte, un vástago es un tallo que acaba de brotar de una planta. Por otra, es una persona, concretamente el hijo de alguien. En cuanto al origen etimológico, proviene del vocablo en latín bastum, que significa palo o garrote.
Un análisis del término
En el lenguaje coloquial la palabra vástago como sinónimo de tallo está en desuso y en su lugar se emplean términos como brote, esqueje y otros. En cambio, la palabra vástago entendida como el hijo o el descendiente de alguien sí se emplea con más frecuencia, aunque se trata de un cultismo.
En el lenguaje corriente se emplean otros términos, tales como hijo, heredero, descendiente o sucesor. En cualquier caso, alguien se refiere a su vástago indicando que su hijo pertenece a su linaje y, por lo tanto, se trata de un hijo legítimo (hay que indicar que el concepto de hijo legítimo se opone al de hijo bastardo, es decir, una persona que no conoce quién es su padre).
La idea de vástago en sus distintos planos
Los antropólogos estudian las relaciones sociales entre los individuos y las instituciones que se van formando en el seno de la sociedad. Una de las instituciones más arraigadas es la familia. Si un hombre y una mujer tienen descendencia, sus hijos o sus vástagos son algo más que sus descendientes biológicos. En este sentido, un vástago es:
1) el hijo por el cual unos padres se van a esforzar,
2) el heredero legítimo de los bienes de los padres y
3) el que recibe un legado emocional en el núcleo familiar. Por lo tanto, se observan tres dimensiones o planos relacionados con la idea de vástago: un plano organizativo de la propia familia, un plano legal que permite organizar la herencia de unos padres y, por último, un plano afectivo y emocional.
Si el concepto de vástago lo situamos en el contexto de la botánica, hay que indicar que los vástagos también son llamados hijuelos, gajos o esquejes.
En cualquier caso, se habla de los vástagos como una técnica para reproducir plantas sin necesidad de recurrir a la siembra tradicional. En este sentido es preciso recordar que no todas las plantas se reproducen por vástagos o esquejes y debido a ello los jardineros o los horticultores se centran en los árboles de hoja perenne para obtener los vástagos, tal y como sucede con el pino, el abeto el laurel. Los vástagos también se pueden obtener de las plantas herbáceas (las plantas de tallo blando) y de algunas plantas de interior.
Fotos: iStock – baona / skynesher
Trabajo publicado en: Jul., 2016.
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