Definición de Veni, vidi, vici

Nuestro idioma está influido por muchas locuciones latinas, palabras y frases en otras lenguas que con el uso extendido que tuvieron a través del tiempo se convirtieron en propias y esto es justamente lo que ha sucedido con muchas locuciones latinas, las cuales se utilizan con una pronunciación y significado símil o igual al original. Recordemos que hasta el siglo de las luces, XVIII, el idioma latín llevó la delantera en Europa en materia de difusión de ciencia y cultura.

En tanto, con la locución latina que nos ocupa, Veni, vidi, vici , debemos remontarnos bastante atrás en el tiempo, más precisamente en el año 47 A.C. cuando el militar y político romano Julio César la popularizó a instancias de una manifestación que realizó frente a una de las instituciones políticas más importantes de aquellos años correspondientes a la tardo república romana como fue el Senado romano, y a través de la cual quiso expresar lo siguiente: vine, vi y vencí.

La causa que desencadenó la frase era nada más y nada menos que la euforia tras derrotar al poderoso Farnaces II del Ponto, hijo del monarca de este reino, Mitrídates VI.
Antes que se produjese la batalla de Zela en la que César y su ejército salen victoriosos, Farnaces II, había vencido a los romanos y fue ciertamente duro con los castigos y vejaciones a los soldados. Pero Julio César tomaría revancha siendo muy contundente y rápido en la victoria, en tan solo cinco días se impuso, y además con ella supo terminar para siempre con la amenaza de los pónticos en la región del Asía Menor.

Tampoco debemos soslayar la necesidad de César de enrostrarles a los senadores, en especial a la facción más conservadora encabezada por Pompeyo Magno y con la cual Julio César mantenía una fuerte disputa, esta victoria tan impresionante y efectiva. Tras este enfrentamiento civil entre ambos líderes, Julio César, quien saldría victorioso del mismo, logró la suma del poder público en Roma.

Como consecuencia de lo expuesto la frase suele ser muy usada en el uso coloquial para referirse a aquellas cuestiones que salen bien, exitosas, en muy poco tiempo.