Definición de Yegua

La palabra yegua proviene del latín equa, la denominación femenina de caballo (equus). Hay que indicar, por otra parte, que equus es un vocablo del latín clásico que, con el paso del tiempo, cambió a caballus en latín vulgar.

En determinados contextos sociales, en América Latina, se lo utiliza de manera despectiva hacia la mujer, a modo de insulto. En el caso de Argentina, se lo ha popularizado como parte de la estrategia política-mediática en referencia a la ex-presidenta Cristina Kirchner a partir de sus fervientes opositores.

Generalidades de las yeguas

Cuando se encuentran en periodo de celo o estro es habitual que tengan un comportamiento distinto. Durante los días de celo la yegua está predispuesta al encuentro sexual con el semental.

Los criadores que se dedican a la reproducción de caballos cuidan especialmente a las hembras, pues de ellas depende la preservación de la especie.

Los caballos purasangre de origen inglés son el resultado de una mezcla singular: yeguas madres cruzadas con sementales de otras razas.

El periodo de gestación dura entre once y doce meses dependiendo de la raza equina. Si la cría o potrillo nace antes de lo previsto, sus posibilidades de supervivencia son muy reducidas. Como pauta general, las madres tienen una sola cría por parto.

Durante las primeras semanas de vida los potros están muy unidos a sus madres y los criadores saben que durante esta etapa inicial es recomendable que ambos permanezcan juntos. En este sentido, si el destete del potro se realiza antes de tiempo es probable que el caballo desarrolle una conducta agresiva (los expertos consideran que los nueve meses de vida serían el momento idóneo para iniciar el destete).

En las competiciones equestres

En las carreras de caballos, el porcentaje de machos es superior al de hembras. Esta diferencia tiene una explicación: el macho tiene una mayor envergadura y esta circunstancia afecta a la amplitud de su zancada y a la velocidad de la carrera.

A pesar de ello, en la historia de las carreras ha habido yeguas purasangre que han protagonizado grandes éxitos. En las competiciones de salto, las yeguas tienen una mejor valoración que los caballos.

En la mitología griega

En la narración de los doce trabajos de Heracles este héroe tiene que superar todo tipo de dificultades para redimirse de sus crímenes, pues había matado a su esposa e hijos tras un ataque de furia. En el octavo trabajo tuvo que capturar a las cuatro yeguas de Diomedes, que eran especialmente temidas porque se alimentaban de carne humana.

En la versión más conocida del mito se cuenta que Heracles logró doblegar a las yeguas ofreciéndoles la carne de su dueño, el rey Diomedes. Tras este momento las agresivas bestias perdieron su ferocidad y se convirtieron en apacibles yeguas.

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