Definición de Abogado de Oficio
En el marco legal existen principios generales admitidos por el conjunto de las naciones. Así, se establece que toda persona tiene derecho a ser defendida ante los tribunales de justicia y en el caso de no disponer de los recursos económicos necesarios para ello, puede ser atendido por un abogado de oficio. En este sentido, la asistencia de un letrado es un servicio público financiado por el estado. Si este servicio público no existiera se estaría quebrantando la igualdad de los ciudadanos ante la ley.
En cuanto a su etimología, la palabra abogado proviene de advocatus, un vocablo que se forma a partir de la expresión latina «ad auxilium vocatus» (la persona que auxilia o el llamado para auxiliar). El término oficio viene de officium, que a su vez deriva de opificium (este vocablo está formado por opus, que equivale a obra, y por el verbo facere, es decir, hacer).
En la terminología legal el servicio que ofrecen estos abogados se conoce como turno de oficio
Como pauta general, quienes están integrados en el turno de oficio son letrados con su correspondiente titulación oficial y que forman parte de un colegio de abogados de un territorio. Normalmente, se exige que los abogados tengan un mínimo de experiencia profesional antes de prestar este servicio y que hayan realizado unos cursos específicos sobre distintas materias legales.
Estos profesionales reciben una asignación económica por su asistencia legal a los detenidos y por todos los trámites relacionados con su detención y posterior juicio.
Por otro lado, el acceso al turno de oficio tiene un carácter voluntario. Esto no quiere decir, que el abogado de oficio sea un funcionario público, ya que el letrado que se dedica a esta actividad suele compatibilizarla con el ejercicio de su profesión de manera privada.
Para que un individuo pueda recibir el asesoramiento gratuito de un letrado, el estado debe reconocer previamente este derecho. En el marco del derecho la institución del turno de oficio está recogida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En la Antigua Roma y en algunos territorios de la Europa medieval había abogados para los más pobres
El precedente histórico más remoto del abogado de oficio se encuentra en la civilización romana, donde ya existían letrados para las personas sin recursos económicos, los causadici. En la Edad Media continuó la tradición de la civilización romana. Así, en el medievo la sociedad estaba dividida en estamentos y un amplio sector de la población vivía en una situación de pobreza. Es en el contexto de la Europa medieval donde aparece la figura del «abogado de los pobres». La desprotección del pobre en la de defensa de sus derechos se fundamentaba en los valores de la tradición cristiana.
En el caso de la Corona de Castilla, en los textos legales se especificaba que los abogados tenían la obligación moral de asistir legalmente a quienes se encontraban en situación de extrema pobreza. Con el paso del tiempo, la abogacía de los pobres se extendió a los territorios de América.
En el mundo de la abogacía también existe otra actividad voluntaria y sin retribución económica, el pro bono público
El pro bono legal es una actividad que realizan los profesionales del derecho de manera altruista cuando consideran que algunos individuos o colectivos necesitan sus servicios de manera gratuita. El término pro bono es una abreviatura latina de pro bono público y quiere decir «por el bien público».
Fotos Fotolia: Sabelskaya / Saiful
Trabajo publicado en: Mar., 2019.
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