Definición de Abolicionismo
El término abolición hace referencia a la acción de poner fin a una ley. Sin embargo, el concepto de abolicionismo está asociado con un fenómeno muy concreto: la esclavitud. Por lo tanto, es fundamental diferenciarlos y distinguirlos, siendo común confundirlos consecuencia de la conexión gramatical y auditiva.
Las ideas liberales surgidas a partir de la Revolución Francesa fueron determinantes para la abolición de la esclavitud en el mundo occidental
En el contexto del mundo antiguo había una clara distinción entre dos tipos de hombres: los libres y los esclavos. Los primeros tenían unos derechos reconocidos y los segundos eran hombres y mujeres que formaban una fuerza de trabajo y que carecían de la mayoría de derechos ciudadanos.
Como pauta general los esclavos vivían en una situación muy precaria y se encontraban sometidos a la voluntad de sus amos. En algunos contextos históricos, por ejemplo la época clásica griega, la figura del esclavo tenía un cierto reconocimiento social (por ejemplo, los primeros pedagogos fueron esclavos).
El término esclavo ha recibido otras denominaciones afines, como siervo o vasallo. En el caso de las mujeres las esclavas sexuales eran las concubinas. Independientemente de la palabra empleada, toda persona que se encuentra al servicio de otra vive en una situación de esclavitud.
Tras la Revolución Francesa de 1789 se publicó un texto de gran relevancia histórica, la «Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano«. En el primer artículo se afirma que «los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos».
Este principio fue el avance decisivo para la paulatina abolición de la esclavitud en países como Estados Unidos, España, Rusia, Reino Unido o Portugal.
A pesar de que la abolición se impuso de manera formal, en la práctica sigue habiendo personas en situación de esclavitud.
El antiabolicionismo
Los movimientos abolicionistas defendían sus tesis por motivos humanitarios y porque la esclavitud representaba una degradación de la dignidad humana. Otro de los argumentos esgrimidos era de tipo económico, ya que se consideraba que un hombre libre es más productivo que un esclavo.
Algunos líderes e intelectuales se oponían a esta reforma. Los antiabolicionistas tenían sus propios argumentos:
1) hay hombres que no pueden ser libres porque han nacido para servir a los poderosos,
2) el sistema económico solo puede funcionar eficazmente si hay un gran volumen de trabajadores en régimen de esclavitud y
3) no todos los esclavos quieren ser liberados, pues con su liberación pierden la protección y la seguridad que les proporciona el amo.
Fotos: Fotolia – FreeSoul / Rook76
Trabajo publicado en: Ago., 2018.
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