Definición de Acción Directa

Ciertos movimientos sociales o grupos revolucionarios defienden sus ideas a través de acciones impactantes y contundentes. Con ellas se pretende llamar la atención de la opinión pública. Este tipo de estrategia es conocida con una etiqueta, acción directa.

Una forma de divulgar unos ideales

Cualquier idea se puede defender a través de la palabra. Así, en un parlamento, en un foro de discusión o en un medio de comunicación se difunden todo tipo de visiones sobre la realidad social. Para algunos este planteamiento es válido, pero es insuficiente. Por este motivo, es necesario adoptar una estrategia mucho más rotunda, pues de lo contrario todo queda en palabras que normalmente no consiguen el objetivo deseado.

Algunos ejemplos de acción directa podrían ser los siguientes: organizar un ayuno para expresar una reivindicación concreta, realizar una sentada colectiva contra unos intereses considerados ilegítimos, realizar una serie de acciones de protesta coordinadas en distintos lugares, largas cadenas humanas, campañas de no violencia, etc.

Como es lógico, todo acción directa debe organizarse minuciosamente y, al mismo tiempo, para que tenga éxito debe ser recogida por los medios de comunicación. Por otro lado, este tipo de acciones se dirigen contra algo o alguien considerado como un enemigo al que hay que derrotar o desenmascarar. En ocasiones, las acciones directas presentan un ingrediente violento, pero no hay que confundir este concepto con el uso de la violencia.

La acción directa y el movimiento anarquista

El anarquismo es una doctrina política que propugna la emancipación del ser humano y la abolición del Estado o de cualquier otra forma de autoridad. Sin embargo, a lo largo de la historia algunos grupos anarquistas han defendido sus ideales a partir de la acción directa de tipo violento. Por ejemplo, atentados a la autoridad, acciones terroristas y otras estrategias asociadas a alguna forma de violencia.

Desde el planteamiento ideológico de estos grupos se afirma que todo aquello que es bueno para la revolución es una acción moral o, en otros términos, que el fin justifica los medios

Independientemente de la relación del anarquismo con las acciones directas de tipo violento, la mayoría de colectivos anarquistas defienden la utilidad de la acción directa como un mecanismo para resolver los conflictos. Imaginemos que un empresario obliga a sus trabajadores a desempeñar sus funciones de una forma lamentable e inhumana. Según la perspectiva anarquista, ante este tipo de situaciones se puede obrar de dos maneras:

1) denunciar los hechos en un juzgado o

2) promover una acción directa contra el empresario explotador (por ejemplo, ocupando su empresa para que no pueda continuar con sus abusos).

Según la tradición anarquista, la segunda opción es la mejor.

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