Definición de Adhocracia
La palabra adhocracia está formada por la locución latina ad hoc, que significa que algo está hecho para un fin concreto y, por otra parte, por el sufijo cracia, que quiere decir gobierno o poder. Así, una definición literal del término supondría que el término adhocracia hace referencia a una forma de gobierno con un fin determinado. No obstante, está definición no se ajusta al auténtico significado del término, ya que adhocracia tiene relación no con el poder o el gobierno sino con la forma de organización en el mundo empresarial.
Formas de organización empresarial
Toda empresa tiene un modelo o estructura a partir de la cual se organiza la actividad laboral. Tradicionalmente las empresas se han organizado a partir de dos coordenadas: un escalafón jerárquico y un organigrama en el que se distribuyen las distintas funciones. Esto implica que la estructura de una entidad tiene un carácter organizativo de tipo burocrático, de tal forma que la burocracia es entendida como un sistema eficaz y racional. Este modelo general ha ido evolucionando con el paso del tiempo y se han ido configurando formas alternativas de estructurar las empresas: organización en aprendizaje, pequeñas unidades estructurales, el trabajo en equipo o la participación en red. Una modalidad específica de organizar las empresas es a través de la adhocracia.
Características principales en una adhocracia
La principal singularidad de una adhocracia es la ausencia de jerarquía vertical
Esto implica que no hay una división específica de departamentos ni pautas fijas para solucionar los problemas. En este sentido, los sistemas adhocráticos son aquellos que se adaptan a las circunstancias, es decir, se hace algo para un fin ( tal y como indica la locución ad hoc ).
La adhocracia como modelo empresarial se opone al modelo burocrático tradicional. El objetivo de esta estrategia es la funcionalidad operativa, es decir, la adaptación a los cambios reales. Con esta esta visión organizativa se pretende dar una respuesta rápida y operativa a cualquier circunstancia relacionada con la empresa. Por otra parte, la flexibilidad de la adhocracia permite una mayor innovación, así como una mejor coordinación de los miembros que conforman una empresa.
La principal debilidad de la adhocracia
No hay ningún sistema organizativo perfecto. De esta manera, los expertos en organizaciones empresariales consideran que la adhocracia tiene un punto débil: la ausencia de jerarquía. Al no estar establecidas de manera clara y precisa las estructuras jerárquicas de una empresa, cuando se producen los inevitables conflictos en un modelo adhocrático se dan situaciones de «vacío de poder», puesto que hay una cierta ambigüedad en relación con la idea de mando.
Foto: iStock – Danil Melekhin
Trabajo publicado en: Abr., 2016.
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