Definición de ALBA-TCP

En el contexto internacional existen multitud de organismos supranacionales y en la mayoría de casos tienen una finalidad común: crear alianzas estratégicas entre las naciones con el fin de defender los intereses de una región. Esto es precisamente lo que sucede con las siglas ALBA-TCP, que se corresponden con la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América- Tratado de Comercio de los Pueblos. En la actualidad esta plataforma de naciones está integrada por once miembros: Cuba, Venezuela, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y Granada

Principales retos

ALBA-TCP inició su andadura en 2008, concretamente en la primera cumbre celebrada en la ciudad de Caracas

Desde entonces y de manera periódica los países que la integran se han reunido para abordar temas diversos: programas de cooperación en materia alimentaria, seguridad y soberanía nacional, propuestas para poner fin al bloqueo de Cuba, desarrollo del comercio, cambio climático, situación colonial de las Islas Malvinas, la creación de una empresa distribuidora de medicamentos, la creación del Banco del Alba o el análisis de los movimientos sociales.

ALBA-TCP es un frente común que intenta afrontar una serie de retos de carácter geopolítico. Por lo tanto, no se trata de establecer unos lazos meramente económicos sino de consolidar un espacio geográfico de cooperación.

La dimensión histórica de ALBA-TCP

Si bien esta plataforma de países es de reciente creación, hay que tener en cuenta que su nacimiento tiene raíces históricas. Por una parte, los ideales de Simón Bolívar defendían la creación de una Latinoamérica hermanada. En este sentido se puede afirmar que el sueño bolivariano está presente en ALBA-TCP. Por otra parte, en la historia de América Latina ha habido una tensión política con Estados Unidos y esto ha creado la necesidad de hacer frente al llamado «imperialismo americano» y al neocolonialismo.

ALBA-TCP no está exenta de críticas

En primer lugar, se le acusa de populismo bolivariano. En segundo lugar, algunos sectores desaprueban su discurso antinorteamericano. Por otra parte, algunos consideran que se trata de una plataforma artificial y que no está justificada, puesto que ya existen organismos latinoamericanos orientados a la cooperación (como la OEA o la CEPAL).

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