Definición de Almendrones

Si un turista se encuentra en la ciudad de La Habana o en cualquier otro punto del territorio cubano es muy probable que vea antiguos vehículos de Estados Unidos circulando por las calles. En el lenguaje popular estos automóviles son conocidos como almendrones. Se trata de un mote que inventaron los cubanos para referirse a los carros antiguos, que en su mayoría fueron fabricados en la década de 1950 y que pertenecen a las marcas Ford, Chevrolet, Dodge, Packard o Pontiac.

No se sabe con certeza el verdadero origen de esta denominación, pero es muy probable que se deba a la forma de almendra de estos vehículos

En las carreteras de Cuba los almendrones son utilizados normalmente como taxis para los turistas y los taxistas que los conducen son conocidos como boteros. De esta manera, cuando el viajero sube a uno de ellos realiza una especie de viaje en el tiempo, ya que en la actualidad estos automóviles están fuera de la circulación y en otros países son auténticas piezas de museo.

Un símbolo de la cultura cubana

Gracias a la inventiva de los cubanos estos automóviles del pasado se mantienen en circulación. Algunos de ellos solo conservan la carrocería y su motor es muy diferente al original. Para que puedan conservarse es necesario recurrir al ingenio mecánico, pues las piezas originales de los almendrones ya no se pueden encontrar. Por otra parte, los propietarios de estos viejos autos no siempre tienen dinero para poner gasolina.

Los almendrones son algo más que unos carros antiguos circulando por las calles. En realidad estas reliquias forman parte de la historia del pueblo cubano. Hay que recordar que antes de la Revolución de 1959, Cuba era conocida como el patio trasero de los gringos, quienes habían ocupado la isla como turistas.

Con su dinero y sus carros lujosos, los gringos de antaño alimentaron el rechazo anticapitalista de los revolucionarios cubanos

Setenta años después los actuales almendrones han dejado de ser un símbolo capitalista del vecino del norte para convertirse en un elemento decorativo del régimen comunista.

En los últimos años los boteros que trabajan como taxistas no están muy satisfechos con su gobierno, pues los precios de las carreras no dependen de la oferta y la demanda del capitalismo sino de la decisión de las autoridades cubanas.

La Bodeguita del Medio y sus mojitos, el Malecón, las partidas de ajedrez en las calles, los edificios coloniales y los almendrones son algunas de las señas de identidad de La Habana.

Foto: Fotolia – Ariane Citron