Definición de Antropofagia

Si atendemos al significado de la palabra, antropofagia quiere decir comer carne humana, pues este término se forma a partir del vocablo griego antropos (hombre) y fagia (comer).

Una aclaración inicial sobre la antropofagia

La antropofagia se produce cuando un animal se come a una persona. Los seres humanos no formamos parte de la cadena alimenticia de ningún animal y, por lo tanto, los huesos y los tejidos del organismo humano no están incluidos en ninguna dieta del reino animal. Sin embargo, algunos animales salvajes son depredadores y si no pueden conseguir su alimento natural por razones de escasez, la carne humana se convierte en una alternativa alimenticia.

Otra circunstancia en la se produce la antropofagia, es cuando el cadáver de una persona sirve para alimentar a un animal carroñero. En consecuencia, la antropofagia es un fenómeno excepcional en la naturaleza y que no tiene relación con la conducta instintiva de los animales.

Antropofagia y canibalismo, dos términos que habitualmente se confunden

Como norma general la práctica de la antropofagia solo es aplicable al reino animal, pues cuando un hombre como carne humana se produce el fenómeno del canibalismo.

El canibalismo es la acción de alimentarse con miembros de la propia especie y, por lo tanto, se produce en el mundo animal y, excepcionalmente, entre los humanos. Un animal practica el canibalismo cuando se come a sus crías recién nacidas, un fenómeno que es bastante habitual en el reino animal y su explicación obedece a que el instinto de supervivencia prevalece sobre el instinto materno.

La antropofagia desde el punto de vista cultural y antropológico

El concepto de antropofagia puede usarse igualmente en un sentido cultural y simbólico. Así, la tendencia a la propia destrucción humana (lo que Freud denominaba tánatos o instinto de muerte) es comparable con la antropofagia del reino animal. La idea de que el hombre destruye a los demás o se autodestruye queda de manifiesto en todo tipo de manifestaciones culturales. En este sentido podemos recordar la obra de Goya «Saturno devorando a un hijo», el relato del titán Cronos o la idea del filósofo Hobbes de que el hombre es un lobo para el hombre.

Desde el punto de vista de la antropología, aquellas civilizaciones que han practicado la antropofagia o el canibalismo lo hacían porque entendían que al comerse a otro ser humano adquirían poderes extraordinarios o bien porque consideraban que de esta manera satisfacían a los dioses.

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