Definición de Aporofobia

El término que analizamos viene del griego y se forma a partir de dos vocablos: aporo, que quiere decir pobre, y fobos, que significa rechazo u odio. Se trata de una palabra relativamente nueva, pues se popularizó a partir de un libro publicado en 2014: «Aporofobia, el rechazo al pobre» de la filósofa española Adela Cortina.

Aporofobia y xenofobia

Ambos fenómenos presentan algunas similitudes, ya que se trata de dos actitudes relacionadas con la intolerancia y el desprecio. Sin embargo, cada uno de ellos pone de manifiesto ideas y sentimientos diferentes. La xenofobia implica odio a los extranjeros simplemente por su origen, mientras que la aporofobia es una actitud de rechazo hacia los pobres, sean estos de otras nacionalidades o no.

Hay que indicar que la xenofobia no se proyecta normalmente hacia los extranjeros ricos, pues lo más habitual es que se refiera a los extranjeros con escasos recursos económicos.

Afortunadamente, este tipo de reacciones hostiles se ven compensadas por actitudes solidarias y generosas con los más desfavorecidos.

Las reacciones que se activan ante la pobreza

El fenómeno de la pobreza presenta múltiples caras. Una de ellas es la que tiene lugar en los países avanzados, donde el nivel de riqueza medio es elevado pero hay un porcentaje de personas que viven en condiciones muy precarias y en la marginalidad. Independientemente de cuáles sean los motivos que conducen a la pobreza en los países del primer mundo, hay una realidad: una parte de la sociedad reacciona con miedo y desprecio hacia las personas más desfavorecidas.

Se experimenta miedo porque la pobreza extrema de alguien nos recuerda que cualquiera de nosotros podría encontrarse en la misma situación. En ocasiones, el pobre es despreciado porque se le considera responsable de su situación.

El auge de los populismos y el desprecio a los que menos tienen son dos fenómenos directamente relacionados

En los últimos años han aparecido movimientos políticos de corte populista en diferentes países, como Francia o Estados Unidos. Todos ellos tienen algo en común: la aporofobia.

En Francia la extrema derecha basa su discurso en el rechazo a los inmigrantes, la mayoría de ellos de origen muy humilde y que llegan a Francia buscando un futuro mejor. Curiosamente los votantes del Frente Nacional son los franceses de las clases populares que ven a los inmigrantes pobres como una amenaza inquietante (los simpatizantes y votantes del Frente Nacional sostienen que las ayudas del estado acaban en manos de los extranjeros con escasos recursos).

En Estados Unidos el presidente Donald Trump ha tomado medidas drásticas para controlar la emigración de latinos que abandonan sus territorios en busca de mejores oportunidades. La aversión de algunos sectores de la población por los latinos no se debe a su origen étnico, sino a su situación de pobreza.

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