Definición de Argumento Ad Ignorantiam

Hay ciertos razonamientos que se presentan con una apariencia de verdad, pero en realidad se basan en propuestas falaces desde el punto de vista de la lógica. Estas formas de razonamiento inconsistente y engañoso se conocen como falacias. Una de ellas es el argumento ad ignorantiam, una denominación latina que textualmente quiere decir «argumento de la ignorancia».

Esta falacia tiene una característica general: se afirma que un enunciado es verdadero o falso porque no hay pruebas que digan lo contrario. En otros términos, se infiere la falsedad de una idea o propuesta porque no se ha podido demostrar su verdad.

Ejemplos ilustrativos

Alguien afirma que los extraterrestres no existen, ya que nadie ha podido demostrar de manera concluyente su existencia. Así mismo, también se podría afirmar lo contrario: que los extraterrestres existen porque nadie ha demostrado que no existan.

Con respecto a la existencia o inexistencia de Dios, también es habitual este tipo de razonamiento falaz. Así, se afirma que sí existe un dios porque nadie ha demostrado lo contrario y también se dice que no existe, ya que nadie ha demostrado su inexistencia de manera definitiva.

Estos dos ejemplos ilustran el argumento ad ignorantiam, ya que en ambos razonamientos se recurre a la ignorancia sobre algo para afirmar una tesis. Por otro lado, este razonamiento comete un segundo error, pues se da a entender que todo aquello que no es visible significa necesariamente que no existe. Así, decir que «Dios no es visible y, en consecuencia, no existe» es una afirmación contraria a la lógica, pues hay muchas realidades que aceptamos como válidas a pesar de que no las veamos.

Otras falacias

La argumentación basada en la deducción de unas premisas verdaderas conduce a una conclusión verdadera. La argumentación que se fundamenta en la inducción genera una conclusión probablemente verdadera. En cambio, cuando se incumplen las reglas de la lógica se produce algún tipo de falacia.

Si afirmo que el 90% de los electores de una provincia han elegido a un candidato y con este dato inicial saco la conclusión que dicho candidato será votado mayoritariamente en todo el país. Esta argumentación errónea se conoce como falacia por generalización apresurada.

Cuando desacreditamos una idea empleando la crítica personal al individuo que la defiende. En este caso la falacia se conoce como argumento ad hominen.

Con mucha frecuencia se argumenta que algo es correcto porque siempre se ha practicado. Esta argumentación es falaz porque impide cualquier posible modificación de la tradición.

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