Asilo Político - Definición, Concepto y Qué es

La figura del Asilo político es la que establecen los estados para proteger a aquellas personas que en su país de origen sufren algún tipo de persecución por motivo de sus ideas, religión o etnia. Es por tanto un derecho del que gozan las personas en esta situación para no ser extraditadas a sus territorios de origen, donde su vida correría peligro.

Para la concesión del asilo político el solicitante debe demostrar de manera fehaciente que ha sido objeto de dicha persecución, al margen de cumplir un amplio listado de condiciones.

El asilo político puede concederse dentro del territorio de un estado o en una sede diplomática, como una embajada, independientemente de en qué país esté ubicada ésta. En el primer caso se denomina asilo territorial, mientras que en el segundo recibe el nombre de asilo diplomático.

Diferencias entre asilo humanitario y asilo político

Cuando un individuo solicita asilo político debe acreditar no sólo que sufre persecución, sino también que ésta se debe a su pertenencia activa a algún tipo de organización de carácter político, religioso, social, racial o nacional.

En el caso del asilo humanitario, las circunstancias son diferentes, ya que quienes pretenden acogerse a esta figura no tienen por qué haber participado activamente de ningún movimiento reivindicativo. Normalmente, el asilo humanitario se concede en aquellos casos en que las circunstancias sociopolíticas de un territorio obligan a parte de su población a emigrar para evitar la muerte, sin que el gobierno del país sea capaz de ofrecerles la necesaria protección.

Desamparados por su gobierno y en grave riesgo por las circunstancias, los refugiados se ven obligados a trasladarse a otros territorios

Si bien las condiciones, en este caso, no son tan exigentes, los países receptores, por lo general, sólo están dispuestos a admitir a una cuota determinada.

Por lo tanto, para obtener la condición de refugiado y obtener asilo humanitario deben darse una serie de circunstancias generales en el país de origen que, objetivamente, supongan un riesgo para la vida para la población.

Esto no ocurre en los casos de quienes solicitan asilo político, ya que no es necesario que el país sufra una situación convulsa para que un individuo en particular pueda estar amenazado. En este caso, es su condición de activista en cualquier organización con pocas simpatías por parte del gobierno lo que propicia la situación de riesgo para su vida.

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