Definición de Certeza
El ser humano necesita comprender lo que le rodea. Y no es una tarea fácil porque la información que recibe es de dos tipos: verdadera o falsa. Hay una tercera opción, cuando algo es parcialmente verdadero o falso.
Una información es verdadera cuando tiene una característica que nos permite estar seguros y convencidos con respecto a dicha información. El convencimiento sobre la verdad es la certeza. De esta manera, podríamos afirmar que la certeza es la plena seguridad con respecto a algo. En principio, la certeza es una creencia de tipo psicológico, ya que tenemos la impresión de estar seguros y decimos que tenemos la certeza. Es una suposición psicológica, porque decir que tenemos la certeza de algo no significa necesariamente que estemos en lo cierto. De hecho, podemos equivocarnos en nuestra valoración.
Para evitar o minimizar el error con respecto a la certeza, el ser humano necesita pruebas que apoyen su convicción. La prueba es una garantía evidente de que la certeza que tenemos es válida. Pensemos en un juicio, en el que un juez debe pronunciarse valorando previamente la verdad de unos hechos. Para hacerlo tendrá que disponer de peritos y expertos que manifiesten un criterio de certeza que permita evaluar la veracidad de unos datos o pruebas. Este ejemplo en el contexto de un juicio, pone de relieve que la certeza debe cumplir ciertas condiciones para asumirla como idea. No tiene sentido afirmar que tengo la certeza sobre cómo se soluciona un problema si no tengo un gran conocimiento sobre el mismo y dispongo de una información muy relevante.
Hay aspectos de la realidad en los que la certeza es absoluta. Tenemos la seguridad de que la ley de la gravedad es válida como explicación y ya ha sido demostrada plenamente. Hay otro tipo de información de la que tenemos una certeza no tan precisa. Por ejemplo, un meteorólogo afirma que la semana que viene va a llover, y puede que no llueva porque se utiliza una idea de certeza basada en la probabilidad.
En las relaciones con las otras personas se emplea la idea de certeza con mucha frecuencia. No queremos equivocarnos y tomamos medidas para no hacerlo. Buscamos certezas en todos los aspectos. Queremos saber que no nos mienten, que un producto tiene las cualidades que anuncia y que una noticia es veraz. Para conseguirlo, buscamos la verdad y realizamos análisis que midan el grado de certeza. Si no actuáramos así viviríamos en la incertidumbre. No estaríamos seguros de nada. En este sentido, hay dos corrientes de pensamiento: el escepticismo y el dogmatismo. Los escépticos afirman que no podemos estar absolutamente seguros de nada. Los dogmáticos consideran que sí es posible conocer la verdad.
Trabajo publicado en: Jun., 2014.
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