Definición de Complaciente
Una persona es complaciente con otra en el caso de que intente ser amable con ella porque realice algún tipo de acción que le pueda agradar al otro. Ser complaciente significa que se comporta con complacencia, una cualidad o virtud propia de los individuos educados y respetuosos en sus relaciones personales.
Como sucede con la mayoría de palabras, el vocablo complaciente va más allá de su mera definición y tiene algunos matices que vale la pena considerar.
Si queremos gustar a alguien, diremos que soy una persona complaciente. Y si estamos obligados a serlo debido a nuestra profesión ( por ejemplo porque trabajamos en un establecimiento comercial ) somos complacientes como requisito necesario para relacionarnos con los clientes. Si no lo fuéramos, nuestra conducta resultaría inadecuada, ya que en las relaciones laborales se considera que el cliente siempre tiene razón.
Otra perspectiva de la complacencia sucede en el terreno de la moral. Ocurre en la circunstancia personal de un individuo que considera que se impone a sí mismo una actitud complaciente, como si fuera una exigencia moral en su escala de valores.
El acto complaciente pretende provocar la aceptación positiva del otro. En este caso, la otra persona se siente complacida, porque tenía unas expectativas y se han cumplido. Así sucede al afirmar que hemos quedado complacidos. Entre el emisor y el receptor hay algo más que un intercambio de palabras, ambos proyectan intenciones y deseos, que a veces se ven satisfechos o frustrados. Alguien puede pretender complacer pero no necesariamente lo consigue.
Podría suceder que fuéramos complacientes pero de un modo excesivo. La exageración en la complacencia se considera un defecto, incluso una expresión de un carácter demasiado dócil y sumiso.
Somos complacientes no solamente porque seamos amables, es necesario una disposición previa por nuestra parte. Así, si estamos dispuestos y preparados para complacer es porque adoptamos una actitud previa, también llamada predisposición.
Hay un elemento psicológico al referirnos a la complacencia. Ejercitarla es un comportamiento útil, al saber de antemano que conseguimos un objetivo utilizando palabras amables. Es una estrategia universal del comportamiento y todas las culturas la incorporan.
Hablaremos de una conducta complaciente cuando incorpore también gestos amables. La gesticulación es muy importante en las relaciones humanas y pertenece a lo que se denomina comunicación no verbal.
Las palabras, los gestos y las actitudes intervienen en la acción de la complacencia, una virtud que se practica en mayor o menor medida en las relaciones interpersonales.
Trabajo publicado en: May., 2014.
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