Definición de Confidencialidad
La confidencialidad es una propiedad que ostenta algún tipo de información y mediante la cual se garantizará el acceso a la misma solamente a aquellas personas que estén autorizadas a conocerla, y por consiguiente no será revelada ante aquellos que no cuenten con la autorización de conocerla.
Propiedad que le otorga reserva a una información porque su conocimiento puede causar temor o complicar un proyecto relevante
Cuando a cierta información se le impone el criterio de confidencialidad será porque alguna razón demanda que la misma no sea expuesta de modo masivo, ya sea porque puede causar alarma, temor, en el general de la población, o porque puede generar algún problema para alguien, o para un proyecto, por citar algunos de los tantísimos ejemplos que podríamos dar.
A la confidencialidad se la puede sustentar muchas veces por normativa legal, es decir, existen normas que obligan a respetarla y en el caso que no se lo haga se podrá recibir un castigo por ello. Y por otra parte también existen normas morales que la sostienen.
También puede existir un acuerdo entre partes implicadas en una cuestión que requiere reserva y entonces acuerdan la confidencialidad.
Condiciones generales de la reserva
Es de alguna manera lo que se dice o hace en confianza y con seguridad recíproca entre dos o más individuos.
Cuando se elabora un documento que contiene información confidencial, serán los responsables del mismo, los que decidirán quienes podrán acceder a la información que se expresa en él.
Para garantizar la confidencialidad de una carta, de un informe, entre otros, se pondrán en práctica diferentes recaudos que dependerán del contexto en cuestión.
Por ejemplo, una carta entre amigos o entre novios exigirá la existencia de un sobre en el cual depositar la nota o carta, el que luego se cerrará amparándose en la convención existente que nadie que no sea el destinatario osará abrirlo y aunque ocurra el riesgo será mínimo.
Pero cuando por el contrario, lo que está en juego es la seguridad de una Nación, entonces ahí si los recaudos que se implementen serán de mayor cuidado para que la información no se filtre o trascienda así como así.
Lo recurrente en este último caso es que el documento en cuestión se encuentre bajo la custodia de personal especializado en seguridad y en algún lugar secreto donde no corra peligro de descubrimiento, incluso, en algunos casos, hasta puede estar escrito en clave para que no cualquiera pueda descifrarlo.
La confidencialidad un deber ético de profesiones como médicos, psicólogos, periodistas, religiosos…
En muchísimas profesiones y oficios, el tema de la confidencialidad resulta ser un deber ético.
Por ejemplo, en el caso de los médicos y psicólogos jamás deberán develar aquello que conocieron bajo el secreto profesional.
Los médicos solamente están autorizados a develar la enfermedad de sus pacientes a estos mismos, a sus familiares directos, o de mediar un requerimiento judicial, caso contrario deben mantener la reserva del caso.
A los psicólogos les sucede algo símil, lo que hablan con sus pacientes en el marco de la psicoterapia debe mantenerse en reserva allí mismo, y salvo alguna excepción legal que los intime deben siempre mantener confidencialidad al respecto de lo que tratan con sus pacientes.
Asimismo, algo parecido les ocurre, por un lado, a los periodistas, quienes deberán garantizar la protección de la fuente cuando esta así lo requiera en el marco de alguna investigación sensible que estén llevando a cabo, y mucho más si por ejemplo hay riesgo de vida para la fuente en cuestión; y por otro lado los sacerdotes también se comprometen a no develar aquello que el fiel le confesó a través del secreto de confesión.
Muchos fieles que se encuentran atormentados por algún pecado que cometieron se resguardan en la confesión para poder sacar a la luz eso que hicieron o saben y los tortura y se garantizan un consejo de parte del religioso y por supuesto su secreto.
La reserva que ofrecen los servicios de mensajería y correo electrónico
En la actualidad y como consecuencia de la enorme supremacía y desarrollo que han logrado las nuevas tecnologías, los correos y la mensajería electrónica, no solamente han suplantado a la clásica carta sino que se han vuelto medios que se utilizan muchísimo a la hora de comentar cuestiones que exigen la mayor discreción Esto ha sido posible gracias a que han implementado algunas medidas de seguridad, tales como mecanismos de cifrado y otras herramientas virtuales, tendientes a proteger lo que en ellos se comunica.
Por caso es que hoy muchísima gente prefiere utilizar estas vías de comunicación para tratar temas que demandan mucha reserva en lugar de hacerlo por carta o por telefonía fija.
Trabajo publicado en: Ago., 2010.
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