Definición de Core

El core describe la formación muscular presente en el área lumbopélvica, como punto central del tronco, construido por 58 músculos que se distribuyen bilateralmente a nivel de la parte baja de la espalda, pelvis, cadera y la pared abdominal. Esta región conforma el centro de gravedad del cuerpo.

Esta interpretación a nivel físico surge del ámbito empresarial y de negocios, sobre la idea del centro principal sobre y desde el cual se trabaja. A partir de identificar y establecer el core, agrupando los puntos que sobresalen en la compañía, se colocan en práctica estrategias, y la organización general de los recursos humanos, gastos operativos y de inversión en pos de avanzar sobre objetivos claros.

Grupos musculares que lo conforman

Abdomen. Integrado por los rectos, transversos y oblicuos del abdomen. Estos se ubican en la parte anterior y lateral del tronco. Cumplen como función contener y proteger los órganos y demás estructuras ubicadas dentro de la cavidad abdominal. También intervienen en el proceso de la respiración.

Región lumbar. Aquí se agrupan varias masas musculares que intervienen en la adopción y mantenimiento de la postura erguida así como en los movimientos de flexión, extensión, rotación y flexión lateral.

Pelvis y cadera. Esta región es particularmente importante para la deambulación, abarca la musculatura del piso pélvico, de la región glútea y el psoas iliaco que se inserta anteriormente en el fémur y posteriormente en las vértebras lumbares, lo que le permite actuar como flexor de la cadera.

Estas estructuras conforman el llamado subsistema activo, que está dotado de capacidad de movimiento. Sin embargo, este requiere del apoyo y soporte de un subsistema pasivo formado por los huesos, ligamentos, cartílagos, discos intervertebrales y cápsula articular, que le brinda puntos de inserción a los diversos elementos del sistema activo.

La estabilización del tronco es imprescindible en algunas prácticas deportivas

A nivel del core se inician los patrones de movimiento que son posteriormente transmitidos a grupos musculares secundarios, como es el caso de los ubicados en los miembros, en donde la distribución adecuada de las fuerzas hacia los brazos y piernas se acompaña de la necesidad de estabilizar la región para mantener el equilibrio durante la ejecución de los movimientos.

Un ejemplo de ello es la estabilización de la parte media del cuerpo necesaria durante actividades que ameriten la torsión, como ocurre al ejecutar un saque durante un juego de tenis o al patear un balón en el fútbol.

Beneficios de lograr un mayor control motor del core

Además de permitir una mayor estabilidad y equilibrio del tronco, el adecuado fortalecimiento de los diversos planos musculares del abdomen, espalda, pelvis y cadera, ofrece una gran cantidad de beneficios. Entre estos se encuentran:

– Previene el desarrollo de lesiones debidas a desequilibrios biomecánicos.

– Contribuye a una más rápida recuperación tras el ejercicio, especialmente en prácticas deportivas como el ciclismo.

– Permite una mejor alineación de los miembros inferiores lo que brinda una mayor resistencia frente al desarrollo de lesiones de la rodilla.

– Retarda el tiempo de recuperación de varios tipos de lesiones, en especial de origen deportivo.

– Contribuye a mejorar, e incluso eliminar, el dolor de espalda relacionado con lesiones como las hernias discales.

– Permite tener un mayor rendimiento, ya que disminuye el trabajo que deben realizar los grupos musculares periféricos.

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