Definición de Cosificación Sexual

Para algunos filósofos el progreso material de la humanidad ha ido acompañado de un cambio profundo en la mentalidad de los hombres. Una de las consecuencias es la cosificación del hombre. En lugar de pensar en personas con nombres y apellidos, en seres humanos que sienten y padecen, se corre el riesgo de concebir al hombre como algo abstracto, como si fuera una cosa.

En otras palabras, la cosificación consiste en transformar a un sujeto en un objeto. Para los pensadores marxistas, el capitalismo es el causante de los procesos de cosificación de los seres humanos.

La idea de cosificación es aplicable a contextos distintos, como el trabajo, las relaciones humanas, la comunicación o la sexualidad.

En el ámbito de la sexualidad

El cuerpo humano, especialmente el cuerpo femenino, es valorado por algunas personas con unos esquemas mentales deformados. En la publicidad, en la moda y en los medios de comunicación en general se ha impuesto un modelo estético y sexual irreal. La mujer perfecta debe tener unas medidas concretas, pues de lo contrario se aleja del canon sexual.

Las medidas perfectas no están al alcance de la inmensa mayoría. La cosificación de la sexualidad viene a ser una especie de fetichismo cultural.

Por otra parte, el cuerpo femenino es tratado como si fuera una mercancía. Si cumple con ciertos requisitos resulta un producto atractivo y en el caso contrario es un producto con escaso valor en el mercado. Este tipo de criterios puede generar frustración y dolor en aquellas mujeres que no se sienten bien con su aspecto físico.

Quienes han estudiado el fenómeno de la violencia de género consideran que hay una relación directa entre la cosificación femenina y las actitudes violentas de algunos hombres.

El movimiento feminista se opone radicalmente a la deformación de la imagen de la mujer. Por este motivo, se reivindica un cambio de enfoque en los medios de comunicación. Para que esto sea posible es necesario valorar a la mujer por su capacidad y no por su cuerpo.

En la esfera de la publicidad y en la pornografía

Para vender automóviles, cervezas o cualquier otro tipo de producto es muy habitual incorporar una imagen femenina con una fuerte carga sexual. Con este tipo de mensajes se emplea a la mujer como un objeto que sirve para hacer más atractivo un producto comercial.

En el mundo de la pornografía hay miles de opciones para alimentar las fantasías sexuales. Con bastante frecuencia se proyecta una imagen degradante sobre las mujeres. Aparecen sometidas, humilladas y se usa un lenguaje obsceno y violento en las relaciones sexuales. Se podría afirmar que este tipo de pornografía es incompatible con el respeto hacia la condición femenina.

Foto: Fotolia – illustration27