Significado de derecho penal Definición, función, características e instrumentos
Licenciada en Derecho
Definición formal
El Derecho Penal es el marco legal que determina actos criminales para el estudio del caso puntual, la correspondiente pena y el registro en la construcción de la jurisprudencia que sirva como referencia ante la presentación de un expediente de similares circunstancias.
Está inserto como parte del Derecho Público y comprende la potestad del Estado para corregir o imponer sanciones. Mientras en el Derecho Civil se configura la imagen de la responsabilidad, en el terreno penal se remite a la acción de un crimen.
Función y objetivo del Derecho Penal
El objetivo de esta rama jurídica es crear y mantener un orden social, lo cual se hace mediante la imposición punitiva. Por una parte, busca castigar y separar de la sociedad a los individuos que han cometido delitos. Igualmente, plantea un modo de control de social mediante normas a acatar, así como definir las acciones consideradas como transgresión de la ley. Es un tipo de derecho eminentemente público, ya que denota el poder del Estado para mantener el orden social.
A diferencia de otras áreas del derecho (como el civil), en este caso no se atiende lo cotidiano. Por el contrario, se coteja la transgresión de la ley, que se supone como algo fuera de lo normal. En tal sentido, su marco de acción son conductas consideradas como delito y las sanciones de las mismas.
Principales características del Derecho Penal
Sobresalen varias características peculiares del Derecho Penal, las cuales es necesario comprender para su ejecución práctica. Indicamos algunas a continuación:
• Eminentemente público. La sanción final la impone el Estado.
• Es punitivo. Su misión principal no es llegar a acuerdos, ni tampoco pautar concretos o separaciones de bienes. El Derecho Penal, como bien lo indica su nombre, penaliza.
• Es discontinuo. No es una rama del Derecho que se aplica en todos los casos, sino solamente cuando acción u omisión se comete un crimen.
• Regulador. Trata de mantener un orden en la sociedad. Quien infringe ese orden, recibe sanción.
• Cultural. Depende de la concepción cultural de lo que es un delito. Por ejemplo, en occidente la bigamia va contra la ley, mientras que en países árabes no.
• Finalista. Esto quiere decir que tiene un fin específico. Cada conducta considerada delito conlleva un castigo. El objetivo del Derecho Penal es imponer ese castigo, sin negociaciones o acuerdos.
• Personal. Esta rama del Derecho solo castiga a personas. No se aboca a instituciones o entidades abstractas. Quienes reciben las penas son personas naturales, siendo la responsabilidad penal de carácter individual.
• Proporcionalidad. Parte de la premisa de que los castigos aplicados son consecuentes al tipo de falta cometida. Por ejemplo: no se aplica la misma penalidad por un robo, que por un homicidio. Quitarle la vida a una persona es un delito de mayor gravedad.
• Tipicidad. Esta rama del derecho solo actúa frente a conductas punibles, es necesario que esté descrita en las leyes con claridad y establecida como delito. No pueden haber analogías, ni meras semejanzas. Una conducta es un delito si así está descrita en la ley.
Estas características hacen que marque diferencias notables con otras áreas del Derecho. Por ejemplo, el Derecho Mercantil y el Civil no se abocan a sancionar, a la vez que no se interesan por el interés público.
Instrumentos para limitar el Derecho Penal
Esta rama del Derecho tiene en su haber un instrumento de poder: imponer penalidades. Por ello, se considera que es necesario acotarla para que no se salga de control. Si esto no se hace, entonces se corre el riesgo de que el Derecho Penal se imponga sobre el Estado.
Uno de los instrumentos destinados a regular el Derecho Penal es el “principio de proporcionalidad”. No se pueden imponer castigos por capricho, sino de acuerdo al tipo de delito cometido.
Otra herramienta de regulación es el llamado “principio de legalidad”. Se refiere a que toda sanción debe imponerse únicamente bajo una ley vigente y dentro de su jurisdicción. La ley penal no se aplica por la simple voluntad de las personas, sino por el mismo poder de la Ley. Igualmente, esta rama del Derecho actúa solo cuando alguien comete un delito. No puede intervenir bajo la sospecha de que el delito va a cometerse, sino solo cuando el crimen se ha consumado.
Por último, debemos mencionar que los “derechos humanos” también interesan al Derecho Penal. Evitar la Doble Punición, es decir, que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo delito. También, al fijar las condenas se hacen considerando la Humanidad del castigado. Por su parte, se observa el caso de las declaraciones de lesividad, donde se aclara que la pena solo debe castigar el delito, no a la persona. Igualmente, la llamada Trascendencia Mínima, la cual considera que la pena solo debe caer sobre el imputado, nunca sobre familiares u otras personas.
Definición del delito en el Derecho Penal
Para que una acción sea considerada un delito es necesario que dicha acción deba estar tipificada en un código penal. Básicamente, una conducta será delictiva siempre y cuando se cumplan una serie de características contempladas en la ley. De lo contrario, la acción podría valorarse como inmoral o inadecuada socialmente, pero no sería contraria a la legalidad vigente y, por lo tanto, no será castigada con una acción penal.
Por otra parte, se podrá hablar de un delito si se cumplen las siguientes características: hay una acción punible que trae como consecuencia un determinado castigo legal, la acción debe ser voluntaria y tiene que existir una tipicidad (los elementos fundamentales de una acción están recogidos en algún artículo del código penal).
Asimismo, en aquellos casos en los que una conducta delictiva se realizase en defensa propia, la acción podría dejar de valorarse como delito. Por último, para que un individuo sea castigado por la ley tiene que ser imputable (por ejemplo, un menor de edad no podría ser penalizado por la ley porque no tienen una responsabilidad penal reconocida legalmente).
Tipos de delito: doloso o culposo, de acción u omisión, instantáneo o permanente
Dependiendo de la manera de comportarse, el delito se puede considerar doloso o culposo. El primero es aquel en el que existe la voluntad de provocar un perjuicio y en el segundo no hay dicha voluntad pero sí un acto imprudente o temerario.
Según la forma de comportamiento, hay delitos de acción (por ejemplo, cuando alguien incumple la prohibición de fumar) o de omisión (por ejemplo, cuando alguien presencia un accidente de tráfico y no socorre a la persona accidentada).
Según la forma de consumar la acción, el delito puede ser instantáneo (por ejemplo, una acción homicida) o permanente (se incumple una obligación durante un tiempo prolongado).
Diferencia entre atenuante y agravante
En el Derecho Penal se habla de atenuante o agravante para referirse a aquellas circunstancias relacionadas con un delito que pueden modificar el grado de responsabilidad penal de un individuo. Así, cuando existe un atenuante la pena o condena por la acción delictiva será de menor grado.
Entre los atenuantes más conocidos, podemos destacar los siguientes: cuando una persona tiene una condición mental transitoria, cuando alguien comete un delito en legítima defensa, en aquellos casos en los que el delito se comete ante un estado de necesidad o cuando alguien actúa en una situación de miedo insuperable.
Por otra parte, que en algunos casos las circunstancias que rodean el delito también pueden eximir de responsabilidad al delincuente.
Con respecto a las circunstancias agravantes, son aquellas que modifican la responsabilidad penal en un sentido negativo.
Existen varios tipos de agravantes: la alevosía (por ejemplo, una agresión en la que el agresor se asegura de que su víctima no pueda defenderse de ninguna manera), abuso por superioridad (por ejemplo, una persona adulta que comete un robo aprovechándose de la avanzada edad de la víctima) o aprovechamiento por circunstancias que favorecen el delito (por ejemplo, el robo en un establecimiento aislado y durante la noche).
Contacto del Derecho Penal con otras áreas del Derecho
Se considera que el Derecho es un todo. La existencia de “ramas del Derecho” se hace para la aplicación práctica, no porque se algo per se. Es por eso que el Derecho Penal tiene ciertas vinculaciones con otras ramas.
Por ejemplo, el Derecho Civil es el que marca muchas de las pautas del Derecho Penal. Puede decirse que cuando se quebrantan pactos del Derecho Civil, inmediatamente se cae en la materia penal. Verbigracia: para que exista adulterio, previo debe haber un matrimonio. Para que exista un hurto, implica que hay una propiedad.
Vale decirse que algo similar acontece con el Derecho Mercantil. Muchos contratos mercantiles indican acuerdos que han de ser respetados. Por ejemplo: se considera que hay una estafa (delito) cuando una de las partes engaña a la otra en una transacción de bienes.
Por otra parte, está asociado al Derecho Constitucional ya que en la Constitución de un Estado están las bases legales que se deben acatar. Igualmente, en este marco se describen los debidos procesos, las penas aplicables, etc.
En general, el Derecho Penal se vincula con casi todas las ramas del Derecho. No obstante, este nexo es muy específico: solo se aplica cuando se quebrantan las normas penales. Entonces es allí cuando se requiere aplicación de la justicia y castigo para los infractores. No hay que olvidar que el Derecho Penal tiene la misión de regular la actuación de los individuos, pero actúa solo cuando estos transgreden la ley.
Trabajo publicado en: Jun., 2019.
Ilustraciones: Kakigori
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