Definición de Derogación

El de la derogación es un procedimiento muy habitual que se da a instancias del derecho y que consiste en abolir una ley, una norma o una disposición que se haya vigente en un ordenamiento jurídico. Entonces, una vez que la mencionada derogación se efectiviza, la ley en cuestión pierde su valor y a partir de ese momento no podrá reclamarse su cumplimiento porque ya no existe.

En los sistemas de gobierno democráticos es el poder legislativo el órgano encargado y facultado a la hora de promulgar leyes y también de derogarlas. Por caso, será en el debate parlamentario donde se definirán siempre las derogaciones a las leyes.
Ahora bien, vale destacarse que en algunos países existen organismos especiales que están facultados para llevar a cabo derogaciones.

Hay dos clásicas derogaciones, las tácitas, que se caracterizan porque al dictarse una nueva ley dejará sin efecto a aquellas anteriores que proponen lo diametralmente opuesto; y las derogaciones expresas, como su nombre ya lo dice, indicarán de modo categórico que tal o cual norma se anula.

Cabe destacarse que alrededor del tema de la derogación se suelen suscitar polémicas y escándalos, especialmente cuando son normas valiosas para el bienestar social las que son objeto de derogación.

Muchas veces, las autoridades y los representantes del pueblo privilegian intereses, comerciales y políticos, en detrimento de otros más importantes y que afectan los derechos de los ciudadanos, y entonces con los poderes que le confieren sus cargos dan paso y vía libre a la derogación de leyes imprescindibles.

En Argentina, por ejemplo, durante el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín, luego de una revuelta serie encarnada por las fuerzas armadas, este sector logró que el presidente dictase las leyes de punto final y de obediencia debida que impedían que buena parte de las fuerzas armadas fuesen procesadas por su actuación delictiva durante la dictadura.
Para frenar la escalada de violencia perpetrada por este sector es que el gobierno de Alfonsín dictó estas polémicas normas.

Por supuesto que el disgusto fue fantástico ya que no se concebía que tras el histórico juicio a las juntas, celebrado durante esa gestión, se propusiesen luego estas normas tan injustas.

Final y afortunadamente años más tarde estas leyes fueron anuladas.