Definición de Disputa
Una disputa es una riña, una pelea, o una discusión que surge entre dos o más individuos, organizaciones o animales. Algo que puede ser un elemento, o un asunto los enfrenta y los lleva a pelear por él, muchas veces habiendo uso de armas y herramientas que pueden causar daños físicos.
Riña, pelea, que se suscita entre dos o más personas, organizaciones, animales
Es decir, la disputa es una situación en la cual dos o más individuos, o en su defecto diferentes grupos, que presentan intereses contrapuestos, ingresan en un escenario de confrontación, de oposición mutua, con la clara misión de neutralizar o eliminar a la parte considerada rival. La mencionada disputa o confrontación puede ser física o bien a través de palabras y argumentos.
Intereses antagónicos que pueden dirimirse por la palabra o el físico
En las disputas siempre habrá al menos dos interesados, ya sea grupales o individuales, que se enfrentan, discuten, a causa que presentan intereses antagónicos.
Las disputas se encuentran en el ADN del ser humano pero también de muchos animales que se enfrentan en competencias por diversas causales, como ser un territorio, alimentos, relaciones sentimentales, competencia laboral, políticas, religiosas, entre otros.
Factores y causales de disputas
Existen factores culturales, conductuales y estructurales que inciden e influyen en el desarrollo de disputas, en tanto, las personas pueden asumir diversas reacciones frente a las mismas, aceptarlas, negarlas o evitarlas, entre otras.
Cuando la disputa se da en el marco de las ideas y las opiniones, cada parte procurará mostrar su visión y postura en lo que atañe a un tema, intentando convencer con ello al público.
Ahora bien, esta discusión puede darse en buenos o malos términos.
En el primer caso prevalece la idea de escucharse, aún en las diferencias, y tratar de llegar a una postura complementaria, mientras que en el segundo caso la propuesta es imponerle al otro lo que cree sin dar espacio a las diferencias.
Los enfrentamientos, disputas, entre naciones han sido una constante a través de los siglos, muchas incluso fueron famosísimas por el objeto de disputa, por sus protagonistas y por las consecuencias que supieron dejar.
La mayoría de estas sirvieron para fijar los límites territoriales de un lugar o la forma de gobierno
Han existido infinidad de disputas de este tipo y tenor, entre las más largas, violentas y que aun al día de la fecha sigue vigente es la que mantienen palestinos e Israelíes por el territorio conocido como la Franja de Gaza y que los viene enfrentando en duros y crueles términos desde hace mucho tiempo.
Siempre, una situación de disputa generará problemas, tanto en los directamente implicados como en aquellos individuos cercanos a algunas de las posturas que se contraponen.
Los individuos, al tratarse de animales sociales presentan las tendencias de competición y de cooperación observables en los animales sociales, por tanto, es que existen motivaciones biológicas y psicológicas para la violencia; la mayoría de las veces una disputa deviene de una emoción que se vio desbordada por alguna acción concreta.
Con esto no se quiere decir que una disputa siempre conlleve violencia y agresividad y no pueda mantenerse en un calmado intercambio de ideas, pero lo cierto es que la violencia participa y mucho más cuando la negativa a cambiar de posición se vuelve constante.
Las disputas pueden originarse a partir de infinidad de situaciones, de todas maneras, existen algunas causas consideradas tradicionales porque siempre desatan alguna disputa entre diferentes intereses, como ser: diferentes necesidades, deseos, diferencias respecto de la estrategia a seguir en un conflicto, diferencias en cuanto a valores, falta de acuerdo en cuanto a la repartición de recursos y diferentes criterios a la hora de tomar una decisión respecto de algo.
Reacciones típicas
Frente a una disputa, pueden desarrollarse la más variada oferta de reacciones, entre las más comunes se cuentan las siguientes: asertividad (la persona procura satisfacer sus propios intereses), cooperativismo (el individuo trata de satisfacer a la otra persona), negación (se evita el reconocimiento de la disputa) competición (se buscará conseguir lo que se quiere haciendo valer los objetivos), acomodación (no se plantean las propias ideas para no confrontar con el otro), evasión (se reconoce la disputa pero no hay intención de enfrentarse a la misma), cooperación (las partes están de acuerdo en que es tan importante la relación como los objetivos que tenga cada uno) y negación (las partes arriban a un acuerdo sin renunciar a lo que consideran fundamental pero sí haciéndolo respecto de lo menos relevante).
Por otro lado a la competición que tiene como objetivo tal o cual cosa se la designa como disputa.
La contracara de la disputa será el acuerdo, que implica el pacto en armonía entre diversas partes que se encontraban discutiendo sobre un tema.
Trabajo publicado en: Mar., 2011.
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