Definición de Domesticación
Una planta o un animal es domesticado cuando se consigue alguna alteración de su morfología o su conducta con el propósito de adaptarse a los intereses de los seres humanos. La domesticación es, por lo tanto, el proceso por el cual se logra que un ser vivo pueda acomodarse a las circunstancias de la vida humana.
Así, el tomate, el caballo, el perro o el gato tienen algo en común: todos ellos han tenido algún tipo de modificación artificial para beneficiar a los humanos en algún sentido. Si una especie de planta no ha tenido ningún tipo de intervención humana, es una planta silvestre. Si un animal no puede convivir con el hombre por ser demasiado peligroso, se trata de un animal en estado salvaje.
La domesticación de animales comenzó en el Neolítico
Durante el periodo Neolítico el hombre abandonó el nomadismo e inició una etapa sedentaria. Ya instalado en un lugar estable se hizo necesario el aprovisionamiento de alimentos de una manera regular. De esta forma, animales como la cabra, la oveja o la vaca se fueron domesticando para obtener de ellos todo tipo de productos, como lana, leche o carne.
El perro ha sido el primer animal doméstico en la historia de la humanidad
Las distintas razas de perros tienen como ancestro común al lobo. Se calcula que hace 15.000 años los perros empezaron a convivir con los humanos y muy probablemente esto ocurrió de una manera espontánea. Desde entonces, el perro y el hombre han alcanzado una potente alianza.
El perro es capaz de ayudar al humano de muchas maneras posibles: guardando el rebaño, como cazador, protegiendo el hogar o como guía para las personas ciegas. Paralelamente, el humano proporciona al perro alimento y seguridad. Entre el hombre y el perro se crean estrechos lazos emocionales y por este motivo el perro acaba siendo un miembro más de la familia. No hay que olvidar que en algunos asentamientos humanos de la prehistoria se han encontrado enterramientos compartidos entre perros y humanos, una circunstancia que demuestra los fuertes vínculos afectivos que hay entre ambos.
La diferencia entre domar y domesticar
Ambos términos se utilizan normalmente como sinónimos. Sin embargo, se trata de palabras que no son equivalentes. Así, domar un animal quiere decir amansarlo y lograr que sea dócil para los humanos. En cambio, domesticar implica acostumbrar al animal a los humanos.
El concepto de doma se emplea para referirse a individuos de una especie, mientras que la domesticación hace alusión a una especie en su conjunto. Animales como el león, el tigre o el cocodrilo, pueden ser domados, pero su doma no quiere decir que estos animales puedan compartir la vida doméstica con las personas.
Fotos: Fotolia. Askib / Ogovorka
Trabajo publicado en: Sep., 2017.
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