Definición de Elegancia

La palabra elegancia es un término de uso muy extendido en nuestro idioma y que solemos emplear a la hora de destacar la distinción, el estilo y el buen gusto que algo o alguien ostentan, ya sea en su comportamiento y accionar o bien en lo que respecta a su modo de vestir y arreglarse.

Distinción y buen gusto que presenta algo o alguien

Por caso, cabe destacarse, que se trata de un concepto que presenta un uso muy difundido en los ámbitos de la moda y de la decoración de interiores.

Porque tanto la moda como la decoración son actividades que implican el arte de combinar diversos elementos con el objetivo de adornar, ya sea un cuerpo, en el caso de la moda, o una casa, en el caso de la decoración, y siempre que el resultado ofrezca una estética armoniosa y bella.

Ahora bien, vale tener presente que al no ser todos los individuos iguales, es decir, no disponer de las mismas experiencias, gustos, preferencias, lo que se percibe como elegancia variará de acuerdo a los ojos de quien lo observe.

Por ejemplo, para alguien pintar una habitación de color rojo puede ser de lo más sofisticado y para otro puede revestir el peor de los gustos.

Partiendo de esta cuestión podremos encontrarnos entonces con diversas posturas y creencias en torno a la elegancia.

Algunas personas vinculan la elegancia a lo simple, o sea, cuanto más sencillo es, más elegante será.

Un ejemplo de esto pude ser el estilo minimalista, que propone entre sus máximas el despojo, para este menos es más, tal como popularizó en una frase uno de sus referentes: el arquitecto Mies Van der Rohe, durante el siglo pasado.

Mientras tanto, hay quienes creen que la riqueza y la abundancia de elementos aportan la elegancia, el estilo barroco, híper recargado es un claro ejemplo de esta descripción.

En materia de colores, existe de alguna manera una convención social respecto que colores como el negro, el blanco y el azul son más elegantes frente a otros de percepción visual más shockeante como ser el fucsia, el amarillo, el verde, entre otros.

Los sectores sociales altos demandan elegancia en el actuar y vestir para pertenecer

Por otra parte, en el ámbito de las relaciones sociales, la elegancia también es una cuestión que está presente especialmente en aquellos contextos formales de las clases altas en los cuales se demanda corrección y distinción a la hora de expresarse y relacionarse con el entorno.

Cabe destacarse que en estos sectores sociales las exigencias en los aspectos mencionados suelen ser muy rigurosas, y así es que cuando una persona no cumple con los estándares o parámetros propuestos en la asistencia a un evento no se dudará en hacerlo saber, discriminándolo, o no dejándolo ingresar directamente.

Si bien como mencionábamos líneas arriba, la elegancia así como sucede con la belleza dispone de una carga bien subjetiva, existen convenciones sociales que normalmente prevalecen y que son las que terminan por determinar cuando alguien cuenta o no con elegancia.

Por caso, en un evento de gala se considerará elegantes a las mujeres que utilicen vestidos largos y zapatos de tacones altos, mientras que a los hombres se les exige vestir de traje o smoking; cualquier indumentaria que contraríe esto, por ejemplo asistir en zapatillas, será considerada una absoluta falta de elegancia y respeto para con el evento y los presentes, y por supuesto esa persona será mal vista o no se la dejará participar en esas condiciones.

Por otro lado, la elegancia, la distinción, también se miden en términos de lo que una persona hace y dice en un contexto determinado, especialmente en aquellos en donde prima un ambiente formal.

La manera de hablar, la gestualidad, serán también cuestiones que se interpelan a la hora de establecer la elegancia o no que presenta alguien.

Se puede estar muy bien vestido pero si la persona dice muchas groserías, seguramente, desentonará en el evento.

Entre los sinónimos más usados para esta palabra se destacan algunos que ya hemos venido mencionando en la reseña, tal es el caso de: estilo, gusto, delicadeza y distinción.

En tanto, la palabra que se contrapone es la de ordinariez que refiere la ausencia de delicadeza y de distinción.