Definición de Encubrimiento

Encubrir equivale a ocultar, tapar o disimular. Así, el encubriento es aquella acción en la que se enmascara o protege algo o alguien por algún motivo.

El encubrimiento a través de la palabras

En la comunicación se emplean todo tipo de estrategias. Una de ellas es el encubrimiento de la verdad o el disfraz de los mensajes mediante el lenguaje. Los eufemismos son palabras o frases que se consideran más apropiadas para eludir palabras que pueden ser ofensivas o inoportunas (invidente en lugar de ciego, persona de color en vez de negro, crecimiento negativo para referirse al decrecimiento y un largo etcétera). El uso de eufemismos es una modalidad de encubrimiento a través de las palabras. La finalidad del eufemismo es evidente: distorsionar un mensaje para hacerlo más atractivo o evitar el uso de palabras con connotaciones negativas en algún sentido (por ejemplo, referirse al miembro viril para no decir pene).

Otra estrategia de encubrimiento en la comunicación es el uso de circunloquios, es decir, dar un rodeo en una explicación para no decir las cosas directamente y sin tapujos. El circunloquio no siempre tiene la finalidad de encubrir la verdad, sino que se utiliza igualmente para enriquecer el lenguaje y presentar un concepto en unos términos más sugerentes desde el punto de vista literario (por ejemplo, decir el rey de la creación para referirse al hombre).

Hay muchos mecanismos del lenguaje en los que, de alguna manera, se recurre a un encubrimiento: la ironía, el doble sentido, el lenguaje figurado o el uso de metáforas.

Actos delictivos

Quien comete un delito puede necesitar a alguien para que su acción ilegal no sea conocida. En estos casos, la persona que ayuda el delincuente es un encubridor y su papel está penado por la ley. El encubrimiento es un delito, puesto que significa que ha habido una cierta colaboración con una acción ilegal y porque es una acción que obstaculiza el papel de la justicia.

El papel del encubridor es generalmente determinante, ya que como norma general es alguien que facilita alguna coartada al delincuente, aunque no haya participado directamente en el acto delictivo. Desde el punto de vista legal, la figura del encubridor no es un cómplice ni el autor de un delito, pero con su actuación está favoreciendo al delincuente.

Como suele suceder en la esfera del derecho, el delito de encubrimiento no está exento de controversia y debate. Pogamos un ejemplo concreto: los padres de un menor que no denuncian a su hijo por un delito. De entrada, esta situación presenta un dilema moral, ya que los padres tienen la obligación de proteger a un hijo, pero si éste ha cometido un delito no es fácil valorar moralmente si el encubrimiento es lícito o no. Legalmente el encubrimiento también afectaría a los padres, pero jurídicamente hay un debate abierto sobre qué penas deben aplicarse a los parientes directos que encubren a sus familiares.