Definición de Esfuerzo

Hablamos de esfuerzo cuando se produce algún tipo de sacrificio para conseguir algo. Está presente en todo tipo de circunstancias, como el trabajo, el deporte, el estudio o la propia vida en general.

En el lenguaje popular existe una ley asociada a este concepto: la ley del mínimo esfuerzo, una denominación que se refiere a aquellas personas que pretenden conseguir sus objetivos de una manera fácil y cómoda, sin asumir ningún tipo de desgaste personal.

En el trabajo

El esfuerzo en el ámbito laboral es un factor determinante. Como criterio general, quien demuestra interés y empeño en realizar sus tareas, recibe algún tipo de recompensa, ya sea un nuevo contrato, un incremento de salario u otra gratificación.

Por el contrario, las personas poco diligentes y vagas son normalmente penalizadas, pues el esfuerzo mínimo implica una falta de productividad.

Los trabajos se pueden clasificar de muchas formas, pues unos están bien pagados y otros no, algunos son más o menos fáciles en su ejecución y en ocasiones el factor esfuerzo resulta clave para ordenar el mundo laboral.

Entre los trabajos que requieren un mayor esfuerzo físico podemos destacar el de minero, el de agricultor o el de camarera de pisos.

En el deporte

Los deportistas necesitan entrenarse con dedicación para conseguir sus propósitos. El éxito depende en gran medida de su capacidad para esforzarse.

Se puede afirmar que los logros deportivos están relacionados con dos factores: las condiciones naturales del deportista y el esfuerzo que expresa en su actividad.

En el estudio

La idea que analizamos la asociamos generalmente al trabajo físico, pero no hay que olvidar que también existe el esfuerzo intelectual. Este se lleva a término de muchas maneras: intentando comprender aquello que se presenta inicialmente de una forma confusa, con horas de lectura en solitario o realizando ejercicios de manera repetida hasta que se comprende una materia determinada.

La motivación es la energía que activa el esfuerzo

Necesitamos una motivación para todo, ya sea para estudiar, trabajar, hacer deporte o simplemente para vivir. La motivación no es una fuerza misteriosa, sino que se puede entender como una forma vital de energía.

La relación entre motivación y esfuerzo es evidente: con la energía de la motivación estamos dispuestos a realizar todo tipo de sacrificios y sin esa energía nos sentimos sin ánimo para luchar por algún objetivo.

La motivación personal proviene de nuestro interior o bien de algún estímulo externo. Por otra parte, la motivación tiene un ingrediente contagioso sobre los demás.

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