Definición de Estilo Románico
El estilo románico es aquel que predominó en Europa occidental desde aproximadamente el año 1000 hasta el siglo XIII cuando fue reemplazado por el estilo gótico. El estilo románico es identificable principalmente a nivel arquitectónico, no encontrándose ejemplos tan claros y reconocibles del mismo a nivel pictórico o escultórico.
El estilo románico recibe su nombre debido a que mantuvo ciertas características básicas del estilo arquitectónico del ya caído Imperio Romano. A estos elementos se le sumaron rasgos específicos que tendrían que ver con la búsqueda de mayor seguridad y protección ante las posibles invasiones de bárbaros y de legiones de vándalos. Se hace fácil encontrar el estilo románico en castillos y fortalezas de la época que se caracterizan por ser más bien toscos y simples en cuestiones del diseño pero complejos y resistentes en términos de estructura.
Algunos de los elementos más sobresalientes del estilo románico en arquitectura son la utilización de la piedra como principal material (la cual daba más fortaleza y firmeza al complejo frente a posibles ataques externos), pocas y escasas aberturas (ventanas o portones) que buscaban mantener la calidad de firmeza de la estructura pero que impedían el paso de luz natural, el arco de medio punto, el uso de capiteles sobre las columnas, la presencia de murallas, torres y otros espacios que protegieran a la construcción en general.
Las construcciones románicas fueron muy características para castillos, que pudieron alcanzar gran complejidad, pero también para iglesias, monasterios y diferentes construcciones civiles de la época. Si bien la decoración no era uno de los elementos más importantes de este estilo, muchas construcciones cuentan con un importante y delicado detalle en los capiteles, frontones y arcos de su superficie.
En lo que respecta al arte románico en otras áreas artísticas como por ejemplo la pintura, encontraremos representaciones artísticas de la religión cristiana que eran utilizadas para decorar bóvedas, paredes y columnas de los diferentes espacios arquitectónicos. Estas representaciones podían ser muy coloridas y siempre tendían a mostrar una desproporción entre Jesús y los demás individuos que lo acompañaban para señalar su preeminencia.
Trabajo publicado en: Dic., 2009.
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