Estudiar y Trabajar - Definición, Concepto y Qué es

El binomio estudio-trabajo está sujeto a circunstancias diferentes, entre las que podemos destacar tres: 1) en la etapa universitaria algunos estudiantes tienen una actividad laboral complementaria, 2) en la etapa adulta hay personas que trabajan con regularidad pero necesitan formarse permanentemente y no dejan de estudiar y 3) en la denominada tercera edad hay personas que al no tener obligaciones laborales deciden aprender cosas nuevas y optan por el estudio.

Trabajar y estudiar durante el periodo de formación universitaria

Esta fórmula está muy extendida en el mundo entero, ya que los estudios universitarios son caros y no todos los padres pueden pagarlos con normalidad. De esta manera, algunos universitarios que tienen recursos limitados compatibilizan sus estudios con alguna actividad laboral secundaria. Es corriente entre los estudiantes ganarse un dinero extra con clases particulares, haciendo encuestas, trabajando durante el periodo de vacaciones o los fines de semana en un establecimiento de comida rápida. Esta opción tiene una ventaja y un inconveniente: permite al estudiante mantener una serie de gastos, pero a la vez el tiempo invertido en el trabajo repercute negativamente en los estudios.

Trabajar y estudiar durante la etapa laboral de la vida adulta

Ciertas profesiones requieren de una formación permanente. Un médico, un abogado o un arquitecto tiene que renovar sus conocimientos a lo largo de su carrera profesional. Para ello, necesita estudiar en un doble sentido: de manera personal para afrontar los retos de su profesión y de manera oficial (por ejemplo, asistiendo a congresos especializados) para actualizar conocimientos y adquirir nuevas habilidades. Hay que tener en cuenta que un profesional que no esté al día deja de ser competitivo en su ámbito laboral.

El placer de estudiar cuando no hay que trabajar

El conocimiento y la cultura en general pueden ser una fuente de satisfacción personal. La motivación por estudiar no tiene por qué estar relacionada con el trabajo o con las necesidades económicas. De hecho, estudiar una materia es algo estimulante en varios sentidos: como un reto personal, como una forma de saciar una curiosidad innata o como una manera de mantenerse activo intelectualmente.

En la actualidad son muchas las universidades que tienen programas dirigidos a los más mayores. Estos estudiantes tienen un especial mérito, pues su planteamiento no es utilitarista sino que se fundamente en el saber por el placer de saber.

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