Definición de Excéntrico

Si analizamos etimológicamente el término «excéntrico», es muy fácil comprender su significado. Excéntrico es un adjetivo calificativo que se utiliza para designar a aquellas personas que con su comportamiento demuestran haberse «salido de su centro». Así, una persona excéntrica es una persona que no responde a lo que se considera normal o habitual para un individuo ya sea por su comportamiento, su modo de expresarse, su apariencia, sus actitudes hacia los demás, etc. Si bien la utilización del término excéntrico es siempre subjetiva y depende de los valores que cada persona considera anormales, hay ciertos parámetros que hacen fácilmente reconocibles a personas excéntricas ya que las mismas suelen querer destacarse del resto a través de sus acciones o de su imagen.

La excentricidad no es considerada un problema o una enfermedad si no que es vista simplemente como una forma de comportamiento cada vez más característica de nuestra época en la que cada individuo quiere destacarse y diferenciarse del resto. Sin embargo, el excéntrico obtiene ese lugar destacado a partir de acciones o formas de expresarse exageradas que muchas veces pueden resultar chocantes, molestas o perturbantes. También la imagen es muy importante para una persona excéntrica y puede a través de ella buscar generar impresión o impacto en las personas que lo rodean. Por último, más allá del comportamiento o de la imagen, otra forma de ser excéntrico es también a partir del estilo de vida que se lleva: puede ser un estilo de vida extremadamente lujoso en ámbitos en los que no es normal o viceversa.

Para los especialistas, el excéntrico no es una persona con problemas psicológicos pero sí supone este tipo de personalidad un gran y claro egocentrismo que lleva a la persona a pensar constantemente en sí misma y en los métodos posibles para destacarse. Muchas veces, la persona excéntrica no tiene detrás suyo todo un complejo sistema de valores o ideales si no que demuestra su excentricidad o sus particularidades en cuestiones superficiales como por ejemplo la apariencia física, en las expresiones que utiliza para comunicarse, etc. Este es un mal típico de nuestra sociedad en la que la excentricidad es la solución perfecta para diferenciarse pero sin necesitar demasiado compromiso o esfuerzo.