Definición de Falacia

Se conoce como falacia a aquel razonamiento a priori lógico, en el cual su resultado es independiente a la verdad que puedan proponer las premisas que nos hicieron llegar a el.

Por ejemplo, para ilustrar mejor esto que estamos diciendo, si decimos, Martín es muy bueno jugando al fútbol, por lo tanto Martin es muy bueno, pero claro y cómo fácilmente podemos detectar, esta conclusión es una falacia, porque en realidad nosotros nos referimos al buen comportamiento de Martín pero dentro de una cancha de fútbol, luego y fuera de esta puede ser que Martín sea una persona maligna y de malos sentimientos. En realidad esta cuestión se produce en este caso en particular por la ambigüedad que ostenta el término bueno, que hace que por supuesto la premisa sea cierta pero no así su conclusión.

Si bien puesto así parece una cuestión bastante simple, comprensible y fácil de detectar, en realidad, en la mayoría de las veces de nuestra vida cotidiana no nos damos cuenta que buena parte de las declaraciones de los políticos y también algunos spots publicitarios se encuentran invadidos y estructurados sus mensajes a través de falacias, mejor, nuevamente recurramos a los ejemplos para aclarar la cuestión…

Cuando un político le dice a otro vos no tenés la autoridad moral para hablar de tal o cual cuestión, vaya si habremos escuchado esa declaración en tiempos de campaña, en realidad haciendo referencia a esa cuestión lo está atacando personalmente, más que nada su credibilidad, para que los votantes así lo crean y actúen en consecuencia, es decir, no lo ataca a el directamente sino que lo hace a través de esa cuestión, lo cual constituye una falacia.

Por otro lado, la falacia es un recurso también ampliamente utilizado por la publicidad a la hora de vender productos, por ejemplo, cuando se contrata a un famoso o a una persona que por determinada cuestión resulta ser un modelo o ejemplo para el común de la gente para que venda un producto o servicio que nada tiene que ver con lo que hace, por ejemplo, un actor promocionando un perfume. Por supuesto, el actor no es un experto en la materia con lo cual resulta una falacia que se compre el perfume tan solo porque Antonio Banderas me lo dice, es decir, no hay un reconocimiento previo como experto en perfumes que avalen sus recomendaciones como ciertas. A este tipo de falacia se la conoce como falacia de autoridad.