Definición de Feromonas

Una feromona es una sustancia química que un ser vivo emite al medio en el que vive y que es percibida por otro ser vivo de su misma especie. De esta manera, una perra desprende de su organismo unas feromonas que son captadas por un perro, de tal forma que esta percepción sensorial altera su comportamiento, por ejemplo su conducta sexual orientada a la reproducción. Las feromonas provocan una respuesta fisiológica, pero hay que tener en cuenta que no todas las especies tienen las mismas sustancias químicas, pues se trata de señales exclusivas de cada especie.

En el caso de los mamíferos, las feromonas son detectadas por el órgano vomeronasal, que se encuentra ubicado en el sistema respiratorio. Este órgano envía señales al cerebro del animal para que reaccione de una determinada manera. Esto significa que la liberación de las feromonas es el elemento que desencadena algunos comportamientos instintivos.

El papel de las feromonas en la atracción sexual de los humanos

Somos animales y, en consecuencia, compartimos algunas pautas de conducta con otros organismos. Cuando sentimos una atracción sexual por alguien es muy probable que las feromonas estén actuando en nosotros. Las percibimos de manera inconsciente, pero es indudable que tienen un protagonismo en nuestra inclinación sexual por otras personas. Las secreciones de nuestro cuerpo incluyen a las feromonas, las cuales son indoloras pero son detectadas por nuestro órgano vomeronasal.

Al liberar nuestras feromonas lo que estamos haciendo es activar la comunicación con los demás, pues actúan como un mecanismo de aviso. Como es lógico, es difícil determinar el papel de estas sustancias químicas en los procesos de enamoramiento y de atracción sexual, ya que los humanos somos animales con aspectos culturales y racionales que se entremezclan con los desencadenantes instintivos.

En el ámbito de la cosmética y la perfumería se elaboran productos con feromonas con el objetivo de potenciar el atractivo sexual. Quienes comercializan estos productos afirman que se deben utilizar después de la ducha, pues el agua elimina las feromonas naturales. Sin embargo, desde un punto de vista estrictamente científico no se ha identificado con precisión ningún liberador de feromonas.

Otros usos de las feromonas

La cuestión del atractivo sexual no es la única aplicación de estas sustancias químicas. De hecho, se utilizan frecuentemente en la eliminación de plagas. En este sentido, hay biólogos que alteran químicamente las feromonas de aquellos insectos que provocan plagas en algunas especies vegetales.

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