Qué es Figura Retórica
Licenciada en Letras Hispánicas
1. Conjunto de instrumentos que se aplican conforme la función y estética de la palabra en una obra literaria, reconocidos como tales. Ejemplos: Anáfora, énfasis, ironía, metáfora, onomatopeya.
2. Disposición de ciertas figuras de acuerdo al tipo de obra. Ejemplos: a) en la poesía destacan el hipérbaton, la metáfora, etc. b) en los cuentos fantásticos sobresale la personificación al permitir que animales se comuniquen verbalmente. c) en los cómics o novelas gráficas se utilizan la onomatopeya, el símil, entre otros.
3. Capacidad del autor en la inventida y aplicación de las figuras retóricas en su texto.
Etimología: Figura, por el latín figūra. + Retórica, en el latín rhetorĭca, respecto del griego ῥητορική, rētorikḗ.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: fi-gu-ra + re-tó-ri-ca.
Figura Retórica
Se puede diferenciar la producción científica de la artística-literaria de acuerdo con el lenguaje que usan: la primera cuenta fundamentalmente con un lenguaje denotativo y la segunda con un lenguaje connotativo. Las figuras retóricas son formas usadas en la literatura artística, están dentro del lenguaje connotativo y dotan de mayor belleza a lo escrito, reforzando el carácter estético y la función artística del lenguaje.
La producción literaria en una lengua refuerza su posición entre los hablantes y la dota de un amplio sistema de referencias históricas, sociales y culturales. Al hablar de literatura escrita se suele abarcar todo lo escrito –y hablado– usando los signos que conforman un alfabeto. Sin embargo, cuando se hace referencia a la literatura artística, se entiende que esta cuenta con un carácter estético. En esta caso también es posible hacer la diferenciación entre la oralidad y la escritura: consideremos que la improvisación oral y los relatos mitológicos tradicionales de la cultura popular tienen una base hablada y se transmitieron durante mucho tiempo de boca en boca.
Lenguaje denotativo y lenguaje connotativo
El lenguaje denotativo, que puede ubicarse dentro del nivel culto de la lengua (tal como los clasifica López del Castillo), pretende transmitir los mensajes de manera unívoca, sin lugar a variadas interpretaciones, al receptor. Su intención es transmitir información y conocimientos sin apelar a zonas afectivas, subjetivas o emocionales del lector. Aun así, ninguna construcción lingüística está exenta de provocar reacciones subjetivas en quien recibe el mensaje, ya que estas dependen de las condiciones y necesidades del receptor. Pero el objetivo de esta forma de comunicación es establecer un canal claro, directo y transparente, con referencias inmediatas. Ejemplo: El cielo es azul.
Ahora bien, la literatura artística usa como medio el lenguaje connotativo. La propiedad connotativa consiste en agregar otros significados al primario durante la construcción del discurso. Las referencias en este caso no son inmediatas y se busca despertar diversas asociaciones y emociones en el lector.
Ejemplo: Sus ojos son como el cielo. En este caso se apela a la percepción y el conocimiento previo del color del cielo: el cielo es azul, ergo: sus ojos son azules.
Las bases de la diversificación de sentidos que usa el lenguaje connotativo son dos, de acuerdo con Aramís Quintero (Elementos formales de apreciación literaria):
1. La pobreza inicial de las lenguas en relación con las necesidades expresivas.
2. La correspondencia entre ciertos aspectos de la realidad ya designada, y otros nuevos que requieren un nombre.
De cualquier modo, el lenguaje connotativo no es privativo de la escritura o la lengua culta: existe lenguaje figurado (connotativo) fuera de la literatura artística, en el lenguaje común. Un ejemplo es la expresión “sacar canas”, la cual significa momentos difíciles o mal rato. Ejemplo: La tarea me sacó canas.
Las figuras retóricas son formas artísticas ordenadas, relacionadas con los pensamientos. La literatura se vale de estos recursos para expresar el mensaje que autor requiere con mayor belleza y expresividad. Lausberg reconoce dos tipos de figura: las figuras de dicción y las figuras de pensamiento.
Figuras de dicción
Estas afectan directamente la formulación del mensaje desde el punto de vista lingüístico, o sea, hacen uso de las palabras o cadenas de signos para la elaboración del mensaje, generando referencias puramente lingüísticas. Las más conocidas son (los ejemplos son puramente literarios, puesto que es en esta manifestación donde su uso es constante y notorio):
– pleonasmo: repetición de palabras innecesaria para el sentido de una frase.
Ejemplo: lo vi con mis propios ojos.
– sinonimia: se repite el mismo significado, pero con términos diferentes.
Ejemplo: La gloria, el éxito, la popularidad, el espejismo de ser conocido, estimado y admirado… se presenta de distinta manera a los ojos de los escritores.
(Pío Baroja)
– epíteto: calificativo que subraya una cualidad propia y habitual del sustantivo al que se refiere.
Ejemplo: Gemidos tristes, marchitas galas son mis recuerdos.
– anáfora: repetición de una o más palabras al comienzo de varios versos o frases.
Ejemplo: Quién fuera luna
quién fuera brisa
quién fuera sol.
(G. A. Bécquer)
– retruécano: reiteración de palabras o frases, invirtiendo el orden de los vocablos. Esto generalmente genera un sentido diferente del primero.
Ejemplo: Soy un hombre de las fieras,
una fiera de los hombres.
(Calderón de la Barca)
– reduplicación: repetición consecutiva de una palabra, dos o más veces, en un mismo período de significación.
Ejemplo: Mugen los árboles encadenados
tambores, tambores, tambores
te golpeo cielo
tierra te golpeo.
(Octavio Paz)
– concatenación: encadenamiento de oraciones donde la última palabra de una oración coincide con la primera de la siguiente.
Ejemplo: Y su sangre ya viene cantando:
cantando por marismas y praderas
(Federico García Lorca)
– polisíndeton: repetición innecesaria de conjunciones.
Ejemplo: No puedo
sin la vida vivir,
sin el hombre ser hombre
y corro y veo y oigo
y canto,
(Pablo Neruda)
– elipsis: supresión de palabras de una parte de la frase.
Ejemplo: Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… yo no sé
qué te diera por un beso.
(G. A. Bécquer)
– asíndeton: omisión de conjunciones.
Ejemplo: Estaba entre los ruidos,
herido,
malherido,
inmóvil,
en silencio.
(Oliverio Girondo)
– aliteración: predominio de un mismo sonido en las sílabas acentuadas de un mismo grupo de palabras.
Ejemplo: El ruido con que rueda
la ronca tempestad.
(J. Espronceda)
– onomatopeya: representación escrita de un sonido.
Ejemplo: A mí me suena el run run de mi corazón.
(Estopa&Rosario)
– derivación: empleo de palabras que se derivan de una misma raíz.
Ejemplo: Alumbra, lumbre de alumbre.
(M. Asturias)
– hipérbaton: se altera el orden gramatical lógico de una frase.
Ejemplo: Del salón en el ángulo oscuro
de su sueño tal vez olvidada
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa…
(G. A. Bécquer)
Figuras de pensamiento
Las figuras de pensamiento, por su parte, afectan el pensamiento encontrado por el hablante para la elaboración de su materia. Remite a emociones y apela a la subjetividad del receptor. Las más usadas son:
– comparación (símil): relación de parecido entre dos conceptos, explicado uno por el otro.
Ejemplo: ¡y el amor como el espino
nos traspasó de fragancia!
(Gabriela Mistral)
– paradoja: aparente contradicción entre dos ideas. Se busca realzar el pensamiento.
Ejemplo: Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
(Santa Teresa)
– hipérbole: exageración de una cualidad, aumentada o disminuida.
Ejemplo: Érase un hombre a una nariz pegado
érase una nariz superlativa.
(F. de Quevedo)
– alusión: consiste en una evocación o referencia presupuestos en el conocimiento del lector.
Ejemplo: Las curvas de su cuerpo eran heroicas, rabelaisianas.
(S. King)
– metáfora: mención de un elemento que sustituye a otro, implica una comparación tácita.
Ejemplo: Los niños me bautizan mariposa
y organizan cacerías para prenderme
(Rosario Castellanos)
– ironía: enunciado aparentemente serio y positivo, que sugiere la comprensión de lo contrario.
Ejemplo: Puro chile es tu cielo azulado
Fotocopia feliz del Edén.
(Nicanor Parra)
– atenuación: empleo de la forma negativa para afirmar algo.
Ejemplo: No soy, pues, bien mirado,
tan deforme ni feo,
que aún agora[sic] me veo
en esta agua que corre clara y pura,
y cierto, no trocara mi figura
con ese que de mí se está riendo.
(Garcilaso de la Vega)
– antítesis (contraste): contraposición de palabras, ideas o frases con sentido opuesto.
Ejemplo: Tú que bebes el vino en la copa de plata
no sabes el camino de la fuente que brota en la piedra.
(J. Hierro)
– personificación (prosopopeya): dotar de atributos humanos a un objeto inanimado.
Ejemplo: La ciudad se ha vestido lo mismo que una novia.
(Rosario Castellanos)
Art. actualizado: Junio 2022; sobre el original de octubre, 2012.
Referencias
Beristáin, H.: Diccionario de retórica y poética.Carrasco, I. y Rodríguez, C.: Glosario mínimo de figuras retóricas.
Quintero, A.: Elementos formales de apreciación literaria.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.