Definición de Gulag
Periodista esp. e investigador
Si hablamos de policía secreta, centros de detención e internamiento, y castigos a la población disidente, la mayoría de nosotros tiende a pensar en la Gestapo nazi, y los tristemente famosos campos de concentración.
Sin embargo la URSS de Stalin fue la que más y mejor utilizó estas herramientas coercitivas para controlar, amedrentar y castigar a su propia población y desprenderse de los disidentes, con la NKVD/KGB, y con una serie de campos de trabajos forzados y centros de detención cuyo nombre pasaría a la historia: el Gulag.
El nombre Gulag en ruso significa Dirección General de Campos de Trabajo Correccional y Colonias, y denominaba una serie de colonias penales establecida a lo largo y ancho de todo el territorio soviético a la que eran enviados reos condenados por toda clase de crímenes pero, sobretodo, disidentes políticos.
Esta última faceta, la de punir a la disidencia política, es por la que es más conocido el sistema del Gulag en occidente.
En el Imperio Ruso zarista ya existía una amplia red de centros penitenciarios y de trabajos forzados (los comunistas lo sabían bien, ya que algunos lo habían vivido personalmente), que fue adoptada y reforzada por el régimen soviético.
La llegada al poder de Stalin dio un nuevo impulso a dicha red; el Gulag se creó en 1930 fruto de la paranoia obsesiva del “zar rojo”, y se disolvió en 1960 (siete años después de su muerte).
El primer y mejor testimonio del Gulag nos fue legado por el escritor ruso Aleksandr Solzhenitsyn en la obra Archipiélago Gulag.
Redactada tomando como base la propia experiencia personal del autor en forma de narraciones independientes entre ellas, fue mantenido en secreto hasta ser publicado en 1973 en occidente (concretamente en Francia; había sido redactado entre 1958 y 1967).
En esta obra, Solzhenitsyn destaca que todo el sistema Gulag estaba montado para exorcizar los miedos del régimen más que para punir a los verdaderos criminales, y que una vez un reo (tras torturarle para que confesara lo que querían los policías políticos que lo detenían) entraba en el sistema, era desposeído de toda su humanidad y empujado a convertirse en un delator y un desconfiado, de forma que se rompían los lazos humanos con el resto de los prisioneros.
Deshumanizar e infundir miedo para que los reclusos se convirtieran en “buenos ciudadanos” según el concepto del régimen, era pues la finalidad de todo el sistema concentracionario.
Solzhenitsyn también dio testimonio de la desunión entre presos comunes y políticos, y revueltas en algún centro del Gulag.
De hecho, en los centros del Gulag reinaba una cierta anarquía, ya que los guardias (que a menudo perpetraban abusos contra los presos) no se preocupaban por las peleas internas, por lo que acababa reinando la ley del más fuerte.
En algunos de estos campos de trabajos forzados, los prisioneros intentaron revueltas, llegando alguna de ellas al éxito aunque fuera temporalmente.
En los campos del Gulag se obligaba a los reos a trabajar para el estado.
Infraestructuras de la URSS fueron así construidas con esta mano de obra esclava, de forma que el estado pagaba su mantenimiento con lo que ahorraba por su uso.
Las muertes en el Gulag también fueron numerosas, especialmente en el periodo de la Segunda Guerra Mundial.
Curiosamente, en el mismo periodo también fueron liberados muchos reclusos que estaban en este sistema, pero solo para ser encuadrados en batallones de prisioneros que eran enviados al frente para ser utilizados como verdadera “carne de cañón”.
Tras la muerte de Stalin el sistema del Gulag relajó sus prácticas.
Tanto es así que a partir de 1953 creció el número de prisioneros liberados, aunque no decreció el número de prisioneros entrantes, más bien al contrario. Recordemos que la URSS seguía siendo un estado totalitario y que los presos por motivos de conciencia eran algo habitual.
Si bien el Gulag dejó de existir oficialmente en 1960, su recuerdo no se ha apagado, de tal forma que ahora el término ha pasado a denominar, en el imaginario colectivo, cualquier organización o espacio que imponga unas medidas de control draconianas, como Corea del Norte.
Así, se cita el gulag de Corea del Norte en referencia a un estado policial que tiene a sus ciudadanos recluidos en lo que realmente acaba siendo una prisión.
Fotos: Fotolia – Jegas Ra / Afrutin / A_Mikhail
Trabajo publicado en: Ago., 2018.
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