Definición de Halajá

La mayoría de religiones se fundamentan en un texto sagrado y a partir del mismo se extraen una serie de enseñanzas que sirven como referencia ética y espiritual para sus seguidores. En el Judaísmo, el libro sagrado es la Torá y el conjunto de normas y leyes que deben servir como guía son conocidas con la palabra halajá.

Este vocablo proviene del hebreo, concretamente del término Heh-Lamed-Kaf, que normalmente se traduce como viaje o camino.

En otras palabras, la halajá indica cuál debe ser el camino correcto a seguir para llevar una existencia según los preceptos de la Torá, tanto la Torá escrita como la oral. Este conjunto de leyes es válido para todas las comunidades judías, lo cual incluye a los sefaradim, los ashkenazim y los yemenitas. En la práctica la halajá constituye el modelo ético que sirve como referencia a cualquier practicante de la religión judía.

El sistema de normas éticas de la halajá

La halajá tiene un fundamento ético: que nuestras intenciones se conviertan en verdaderos actos morales. Esto implica que el sistema de la halajá sirve como guía para diferenciar el bien del mal. En este sentido, algunas de las pautas a seguir son las siguientes:

– Los niños deben ser circuncidados al octavo día y la ceremonia de dicho acto es conocida como Brit Milá o pacto de la circuncisión.

– En todas las cosas el creyente debe tratar de hallar una posición equilibrada.

– El buen judío debe conocer y respetar la Torá.

– El respeto hacia Dios se expresa a través del acto simbólico de cubrirse la cabeza, ya sea con un sombrero, un kippah o un kufi.

– La fe judía se experimenta en el seno de una comunidad.

– La actitud hacia Dios debe ser de máximo respeto.

– En las relaciones humanas se debe evitar cualquier conducta abusiva o irrespetuosa.

– Las fiestas, las leyes dietéticas y el shabat son aspectos fundamentales que tienen que ser respetados.

Los mandamientos más arriba indicados son un ejemplo de las obligaciones espirituales y morales que sirven como referencia en el judaísmo y cada uno de los mandamientos y normas son conocidos con la palabra mitzvá.

La ética judía

La religión judía tiene un planteamiento exigente con respecto a la conducta ética. En este sentido, el hombre que cumple con la halajá es considerado como alguien virtuoso. En el planteamiento de la ética judía el ser humano nace con libertad y puede elegir entre el camino correcto y el equivocado.

La conducta pecaminosa es especialmente grave si alguien comete un pecado de manera totalmente intencionada y, lógicamente, el pecado es menos grave si se comete por negligencia o ignorancia. Los principios de la ética judía exigen un vínculo estrecho entre los hombres y Dios.

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