Definición de Humanidades
Profesora en Filosofía
1. Humanidades, en cuanto categoría de formación e investigación, es un conjunto de disciplinas -filosofía, literatura, lenguas, artes, arquitectura, etc.- dedicadas a estudiar las acciones, creaciones y el modo de pensar de los seres humanos basándose en una perspectiva crítica.
Etimología: Por las formas del latín humanĭtas, humanĭtātis, de ‘humanidad’, respecto de humānus, de ‘humano’, con base homin-, homō, de ‘hombre’, ‘ser humano’, asociado la raíz del indoeuropeo *ghemon-, *ghemon, por ‘terrenal’, ‘de la tierra’, del cual también se desprende el término humus, de ‘tierra’; seguido del sufijo -ānus, en función de pertenencia. Los primeros acercamientos del término ‘humanidades’ con el marco académico denotan el estudio de la lengua y la literatura, la historia y la filosofía.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: hu-ma-ni-da-des.
Humanidades
Entendemos por Humanidades (del latín humanitas, que remite a “humanidad” como también a “naturaleza humana”) al conjunto de disciplinas, generalmente caracterizadas como no científicas, dedicadas al orden de lo humano y sus producciones intelectuales. Se consideran ejemplos de Humanidades a la filosofía, las artes, la lengua y la literatura.
Los saberes sobre el hombre
Las Humanidades han sido definidas como un tipo específico de saber en torno a lo humano, cuyo origen se sitúa hacia mediados del siglo XIII en Europa, y que toman como objeto de estudio al hombre en cuanto a sus características distintivas respecto del conjunto de los animales. No obstante, existen otros tipos de saber acerca de lo humano que, si bien muchas veces se nombran como sinónimos de las Humanidades, revisten características propias y remiten a momentos históricos diferentes. Este es el caso de las Ciencias Humanas, que tienen lugar a partir del siglo XVIII en adelante, y que toman al ser humano como objeto de análisis fragmentados, según sus múltiples dimensiones: social, cultural, psicológica, religiosa, entre otras. Asimismo, es también el caso de la Ciencia del Hombre, que emerge como campo de investigación autónomo recién en el siglo XIX, cuyo objeto de estudio es el hombre, pero considerado, a su vez, como sujeto productor del conocimiento en cuestión. En este sentido, el hombre se piensa al mismo tiempo como condición y efecto del saber que produce.
Las Humanidades, como área de estudios, se caracterizan por el trabajo intelectual y discursivo, centrado en la lectura, en la crítica y en el comentario sobre un corpus textual determinado (ya sea en función de su autor, de una temática, de un campo problemático, etcétera). Tradicionalmente, éstas no son consideradas parte de las ciencias especiales (como, por ejemplo, las Ciencias Antropológicas, la Sociología o la Historia). Cabe señalar, en este sentido, que las llamadas Humanidades presentan características metodológicas muy diversas respecto de las Ciencias Sociales. Sin embargo, existen campos específicos al interior de las Humanidades en general destinadas a la reflexión sobre la producción de conocimiento y la praxis científica, como es el caso, por ejemplo, de la Epistemología o la Filosofía de las Ciencias.
La crisis de las Humanidades y la emergencia de los nuevos posthumanismos
Tras las críticas al Humanismo desarrolladas a lo largo del siglo XX por autores como el filósofo marxista francés Louis Althusser (1918 – 1990), o los filósofos referentes del post-estructuralismo francés, Michel Foucault (1926 – 1984) y Jacques Derrida (1930 – 2004), el debate académico contemporáneo ha recuperado dicha herencia antihumanista en un sentido positivo, dando paso a la idea de unas nuevas Posthumanidades, que, tal como su nombre lo indica, relevarían a las anteriores a partir de una redefinición de la noción del ser humano y de sus relaciones con todo aquello que lo rodea, desde diferentes puntos de vista: el posthumanismo, el transhumanismo, las metahumanidades, las nuevas materialidades, etcétera.
La corriente transhumanista se propone una reflexión sobre lo humano en relación con la ciencia y la tecnología, particularmente, problematizando la idea de la mejora humana, a partir de la cual se ponen en tensión los límites que separan al ser humano de las máquinas. En este sentido, el transhumanismo no constituiría una crítica al humanismo, sino una profundización del excepcionalismo humano, de acuerdo con el cual se considera una mayor jerarquía del hombre frente a otras formas de existencia.
Por el contrario, el posthumanismo se dirige hacia un desmantelamiento de dicho excepcionalismo, en pos de una multiplicación de las alianzas entre humanos y no humanos (sean máquinas u organismos biológicos). La superación de la excepcionalidad humana en un sentido posthumanista, así, no tiene que ver con una mejora de la especie, sino con una puesta en cuestión de los supuestos antropocéntricos en virtud de los cuales se sostuvo históricamente dicha primacía de los humanos por sobre otros reinos, tanto el animal, como el vegetal y el mineral. En consecuencia, el interés de esta corriente está orientado hacia la conceptualización de formas de existencia híbridas, en las cuales se verifica una cooperación y no una jerarquía entre los diferentes seres.
Art. actualizado: Marzo 2023; sobre el original de junio, 2009.
Referencias
García de Diego, V. (1982), Diccionario ilustrado “Vox”, latino-español, español-latino, Bibliograf, Barcelona.Gallego, F. (2021) Algunos comentarios en torno a la distinción de los saberes sobre el hombre, Políticas, tradiciones y metodologías de la Antropología Filosófica (A. Bertorello, N. Billi, eds.) RAGIF, pp. 175 – 183.
Ferrando, F., & Ledesma, J. I. B. (2022). Posthumanismo, Transhumanismo, Antihumanismo, Metahumanismo y Nuevos Materialismos: Diferencias y Relaciones. Revista Ethika+, (5), 151-166.
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