Importancia de las Familias en la Escuela (Participación Padres)
En una escuela los alumnos aprenden conocimientos sobre todo tipo de materias y también valores y actitudes para el desarrollo individual. Todo lo que se aprende en un centro educativo resulta necesario para la formación del alumno.
Sin embargo, el proceso educativo de un niño va mucho más allá. En este sentido, el papel de los padres tiene un protagonismo singular en la formación de los más pequeños.
¿Qué papel cumple la familia en la educación escolar de los hijos?
En principio, los padres no son profesionales en cuestiones educativas. Esto no quiere decir que no tengan ningún papel en la enseñanza. De hecho, son muchas las acciones concretas que pueden realizar para mejorar la formación académica de sus hijos.
En primer lugar, los padres tienen la obligación de hacer un seguimiento de todo aquello que un niño aprende y vive en un centro educativo. Así, pueden supervisar sus tareas diarias o su evolución en clase. Haciendo algunas preguntas sencillas se puede obtener mucha información (¿qué has aprendido hoy?, ¿tienes alguna tarea pendiente? o ¿cuándo es el próximo examen?). Además de este tipo de preguntas, los padres pueden ayudar de una manera más directa (estudiando con sus hijos o pidiéndoles la lección).
Como es lógico, si los padres detectan cualquier comportamiento extraño en sus hijos, es necesario que se pongan en contacto con la escuela y hablen con los responsables del centro. Si el niño no se siente protegido por sus padres ante un problema escolar (por ejemplo, una situación de acoso) es muy probable que el problema se agudice.
En el ámbito familiar se aprenden cosas que no se aprenden en la escuela
Un profesor tiene la obligación de enseñar una materia determinada. Para ello, necesita tres herramientas: unos adecuados conocimientos, una capacidad pedagógica y un régimen disciplinario que evite posibles conflictos.
Al mismo tiempo, el profesional de la enseñanza tiene que saber trasmitir ciertos valores a sus alumnos (por ejemplo, la solidaridad o el respeto hacia los compañeros). Los padres no pueden ser meros espectadores de lo que sus hijos aprenden en la escuela.
En la vida diaria familiar unos padres pueden y deben enseñar todo tipo de lecciones:
1) que vale la pena esforzarse,
2) que es necesario cumplir con las obligaciones y
3) que las personas vivimos en sociedad y es necesario respetar unas normas de convivencia.
No hay una fórmula infalible para trasmitir estas ideas, pero hay unas pautas que pueden ser de utilidad: predicar con el ejemplo, estar cerca de los hijos en todo momento y expresarles amor.
Imágenes: Fotolia. orensila – wat
Trabajo publicado en: Mar., 2017.
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