Importancia de las Finanzas Personales
La mayor importancia de las finanzas personales la plantea como una estrategia para llevar a cabo la gestión de un patrimonio o ahorro a nivel particular/familiar para que de esta manera estén en las mejores condiciones para planificar su estado financiero de cara al futuro. Además, permite diseñar diversas estrategias en la inversión o el ahorro para que el capital pueda revalorizarse, sobre todo en el medio y largo plazo.
Esta actuación en la economía doméstica conlleva que se pueda tener un mayor y mejor control sobre el capital, lo que deriva en que uno sepa en cada momento lo que debe hacerse con el mismo: compras de bienes, inversión a plazo o incluso endeudarse ante los gastos no esperados. No en vano, su cumplimiento ayudará a que se esté en condiciones de cumplir con unos objetivos, como por ejemplo, estar mejor preparado para la jubilación, asumir gastos en el hogar o pensar en el futuro de los niños más pequeños.
Finalidad de esta estrategia
En cualquiera de los casos, este es un soporte muy eficaz para que sus titulares puedan tomar las mejores decisiones respecto al estado de sus cuentas personales y patrimonio en general. De la misma manera que su puesta en marcha les va a proporcionar los mecanismos suficientes para que tomen iniciativas en sus relaciones con el dinero: ahorrar, invertir y hasta incluso el nivel de gasto que pueden soportar, con el objetivo prioritario de que el patrimonio vaya mejorando año tras año. Esta tarea la pueden formalizar directamente los implicados (si disponen de una buena cultura financiera) o por medio de un asesor especializado que le será proporcionado por su banco o entidad financiera.
Su relevancia parte también de que es una actuación que proporciona llevar la administración sobre todo tipo de bienes (monetarios o no). Y si no se sabe gestionar correctamente puede llevar a provocar ciertos riesgos sobre el patrimonio de los usuarios. De la misma forma que las finanzas personales se configuran como la herramienta necesaria para elaborar el presupuesto de cualquier unidad familiar, sea cual fuese su composición. En el sentido de que ayudará a equilibrar el cuadro de ingresos y gastos para determinar un mayor nivel de ahorro y evitar el déficit en las cuentas personales.
Otro de los aspectos que deben valorarse en esta clase de la gestión monetaria es el que tiene que ver con la flexibilidad de la misma. En dependencia del perfil del cliente (patrimonio, objetivos perseguidos o metas al medio y largo plazo), se podrá elaborar una estrategia individualizada. No solo en la elección de activos financieros, sino también en las áreas de inversión más rentables.
Al mismo tiempo que se puede optar una gestión activa (cuando se desea superar los rendimientos de los mercados financieros) o pasiva (para replicar a un índice o sector en los mercados de renta variable, como por ejemplo en la bolsa). Igualmente, cobra especial relevancia el perfil que pueda presentar cada usuario: agresivo, intermedio o defensivo para diseñar esta estrategia, porque en función de esta importante variable la cartera se podrá orientar hacia uno u otro sistema en la inversión o el ahorro. Es decir, para un perfil conservador raramente funcionará una cartera basada casi íntegramente en activos financieros basados en la renta variable. Hasta el punto de que esta elección puede ser muy negativa para sus intereses personales.
Metas que persiguen las finanzas personales
En primer lugar, tratar de gestionar el patrimonio correctamente en función de la situación económica de cada momento económico. No es lo mismo su administración en un período recesivo que en otro expansivo.
Otra de sus finalidades más relevantes es conseguir su máximo rendimiento, generalmente colocando el capital en los productos y servicios financieros más adecuados del momento. En especial a través de una estrategia que permita la diversificación del dinero. Es decir, en diferentes activos financieros para que así se pueda preservar el capital ante escenarios nada favorables en los mercados financieros.
Sin olvidarse de que este sistema en la administración monetaria incide en buscar una estabilidad financiera por parte de las familias. Por medio de una reducción de las deudas (y en cierta medida de los gastos) y un incremento notable de los ingresos. Tratando de que el superávit en las cuentas sea el mayor posible. Mientras que como consecuencia de la aplicación de todos estos factores se provocará que el balance gestionado pueda ir aumentando año tras año y conforme a los intereses de sus titulares.
No obstante, conviene no confundir las finanzas personales de las denominadas corporativas. Debido a que en estas últimas la finalidad que se persigue es optimizar la salud financiera de la propia empresa. A la vez que impulsar las mejores decisiones en beneficio de la empresa. Y que generará que al final se ayude a preservar los resultados corporativos.
Trabajo publicado en: Sep., 2022.
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