Importancia de No ser perfecto
La perfección es un concepto totalmente subjetivo, y más cuando se relaciona o aplica a las personas; y es que es muy poco probable que un individuo pueda cumplir todos los requisitos o ideales que se presuponen sobre la ya de por sí figura utópica de “persona perfecta”. Por este motivo, es importante que la gente sepa y acepte que no ser perfecto es una realidad común y extendida.
No ser perfecto implica cometer errores y tener determinados defectos, algo que va completamente ligado a la condición humana. Desde el momento en que tenemos la opción de elegir entre varias cosas u opciones, estamos exponiéndonos a pecho descubierto al error, y por tanto a la imperfección. Es por tanto importante que una persona admita que no ser perfecto es natural, de otra forma podemos toparnos con individuos demasiado exigentes consigo mismo o incluso personas deprimidas por no poder tener todas esas cualidades que hacen de un individuo un ejemplo de la perfección.
Las expectativas de una persona deben pasar por el conocimiento y asimilación de que la imperfección humana es real. Si asimilamos esto, no tendremos tantos problemas a la hora de exigirnos a nosotros mismos. Además, tener consciencia de que no somos perfectos es la única forma de conseguir aprender de nuestros errores, pues si pensamos que todo lo hacemos bien y que no tenemos defecto alguno, no lograremos ver las cosas que hacemos mal.
Este punto es muy interesante; y es que efectivamente la perfección no existe, pero hay individuos que se empeñan en pensar que son completamente perfectos. Este tipo de individuos puede conseguir dinamitar la moral de aquellas personas que son conscientes de que no son para nada perfectos. Además, cabe destacar que por norma general este tipo de individuos no suele caer demasiado bien. A nadie le gusta una persona que cree que jamás se equivoca.
Del mismo modo que es importante aceptar que no somos perfectos, es importantísimo aceptar la imperfección de los demás. Sería bastante hipócrita declarar que la perfección es una utopía y posteriormente enfrentarnos y arremeter contra las personas por cometer ciertos errores. Así, aceptar la imperfección de terceros nos vuelve personas muchísimo más tolerantes, capaces de enfrentar con mejor talante las imperfecciones del mundo en general; y es que aunque en este artículo hablemos de las personas, la imperfección también puede presentarse en otros aspectos como en los sistemas, judiciales o sanitarios por ejemplo. No se trata de aceptarlos sin más, pero quizá debemos pensar que dichos sistemas están elaborados o nutridos del trabajo de personas, que a su vez son completamente humanas y por tanto no son perfectas.
Trabajo publicado en: Jun., 2014.
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