Definición de Jerarquización

Jerarquización

La de la jerarquización es una acción o práctica común que se lleva a cabo en varios campos, áreas, materias, entre otros, y que consiste en organizarlos o clasificarlos en distintos niveles. Comprende el proceso por el cual se diseña un sistema basado en algún tipo de escalafón.

Básicamente la jerarquía es la organización a través de categorías que presentan diversa importancia y que por ende le atribuyen a las personas o cosas jerarquizadas diferente relevancia y valores. El clero, el ejército o la empresa tradicional son ejemplos de este modelo. En este tipo de organizaciones se impone un criterio de subordinación en el conjunto de individuos que conforman un grupo.

Se establecen diversos criterios para llevar a cabo la jerarquización, que pueden tener que ver con la clase, la tipología o cualquier otra cuestión determinante que permita desarrollar la clasificación

Siempre, implicará una organización que va de abajo hacia arriba, es decir, las posiciones que se encuentran más abajo en la escala serán las menos importantes y valoradas, entonces dispondrán de menor importancia en relación a las de más arriba o a la que se encuentra inmediatamente arriba, que obviamente dispondrá de una mayor importancia.

Cabe destacarse que aquellas posiciones que se encuentran en el tope máximo de la jerarquización dispondrán de un poder o autoridad superior con respecto a aquellas que se encuentran en niveles inferiores. Por ello es que quien se encuentre en una jerarquía superior podrá en la medida de lo permitido ordenar a quien se halla en una posición menor la realización de alguna actividad o el cumplimiento de alguna tarea.

Cumple una función administrativa

Pensemos en una multinacional con el siguiente modelo de autoridad: un gerente general como máximo responsable, una serie de gerentes divididos por áreas (de producción, de finanzas, de personal, etc.), unos responsables de departamentos (de seguridad, de calidad, de contabilidad, etc.) y finalmente un amplio grupo de trabajadores ordenados igualmente en una escala de mayor a menor responsabilidad. Este modelo presenta las siguientes características generales:

1) la máxima autoridad es quien establece las directrices fundamentales,

2) sus subordinados directos son responsables de poner en marcha las directrices y 3) quienes ejecutan las acciones concretas son aquellos que se encuentran en la base de la pirámide empresarial. Como es lógico, en los altos niveles de la jerarquía hay más responsabilidad, más cualificación y una mayor remuneración.

Analizando escenarios de la sociedad

En algunos periodos de la historia ha habido un sistema piramidal de la sociedad. La Edad Media es un ejemplo paradigmático de ello. Así, en la base de la sociedad se encontraban los siervos, campesinos y soldados; en una escala superior se estaban los caballeros, los señores y los clérigos de escaso rango; luego venían los nobles y altos mandatarios de la iglesia y finalmente el monarca como la autoridad suprema.

Esta jerarquía implicaba la ausencia de movilidad social (si alguien nacía campesino, lo sería toda su vida). Este modelo se fue debilitando con el paso del tiempo y apareció un sistema jerárquico más flexible, pues alguien nacía en un estrato social pero podía cambiar de nivel dependiendo de su valía.

La sociedad actual mantiene una cierta estructuración jerárquica. Sin embargo, para que la jerarquía no se traduzca en abusos de poder, existen algunos mecanismos correctores: la igualdad de oportunidades o la discriminación positiva de quienes están en una situación desfavorecida (por ejemplo, las personas con discapacidad).

Los ideales anarquistas y las jerarquías

En la historia del anarquismo hay una oposición radical a cualquier forma de jerarquización. Dicha oposición se puede expresar con algunos de los lemas del movimiento anarquista: sin amos ni dioses, ni opresores ni oprimidos, ni dios ni patria ni rey ni amo. En pocas palabras, sin jerarquías.