Definición de Laico

Laico

La palabra laico se emplea para dar cuenta de aquello no eclesiástico, que carece de órdenes clericales.

Aquello que no reviste de vinculación con la iglesia o las religiones y el creyente que puede desarrollar su fe pero no está obligado a cumplir con las obligaciones sacerdotales

Generalmente, el término se emplea para designar a aquel fiel de la Iglesia Católica que no es miembro del clero, o sea, el laico es un cristiano que ejerce su misión religiosa fuera del ambiente clerical, está bautizado, pero no ha recibido el sacramento de la orden sacerdotal y por caso puede llevar a cabo una existencia en la cual puede desarrollar acciones y actividades que están prohibidas a los sacerdotes, tal es el caso de casarse, tener hijos, o sea, formar una familia, y por caso, no respetar a rajatabla el celibato.

Ahora bien, con estas libertades de acción, de todas maneras, el laico puede desarrollar efectivamente una acción evangelizadora y participar activamente de la religión que inspira su fe, tal es el caso de asistir a misa, de participar en actividades de evangelización, entre otras.

Por otra parte, el término suele emplearse con frecuencia cuando se quiere referir a cualquier institución u organización que es totalmente independiente de la organización religiosa.

Educación laica: aquella enseñanza que no tiene relación con ninguna religión porque justamente se propone que todos sin distinciones de creencias puedan acceder a ella

Así es que cuando el término se aplica vinculado a la enseñanza o educación implica aquella enseñanza que prescinde de la instrucción religiosa. “Con mi hermana asistimos a un colegio laico.”

La educación laica es una clase de educación que se ofrece de manera formal desde el estado o desde un ámbito privado y que se caracteriza por no estar sustentada con ninguna doctrina religiosa.

La misión es la de equiparar las posibilidades de acceso a la educación y al conocimiento sin que medie una distinción o discriminación en materia de creencias religiosas, es decir, la educación laica prescinde de la fe religiosa que ostentan sus alumnos, judíos, católicos, musulmanes, evangelistas, quedando tales creencias fuera y no ejercen injerencia en el aprendizaje.

La educación de este tipo se dirige a toda la población más allá de las creencias que existen en las sociedades.

Ahora bien, esta prescindencia de la religión no implica contrariar los valores religiosos sino que decide mantenerse al margen de los mismos y se enfoca específicamente en la enseñanza sin que medien las interpretaciones religiosas.

Laicismo: movimiento surgido a instancias de la Revolución Francesa y que propone la libertad de conciencia y la separación de estado-religión

Está inspirada en la corriente laicista que garantiza la libertad de conciencia sin la imposición de valores morales o normas que sostienen las diversas religiones.

Por su lado, el laicismo, es el término que designa a la ideología o movimiento político que promueve y defiende la organización social independiente de las órdenes religiosas.

Cabe destacar, que el concepto de estado laico surgió como consecuencia de la separación entre las instituciones estatales y aquellas pertenecientes a la iglesia, y más precisamente debemos ubicarlo en tiempos de la Revolución Francesa, en el año 1789, cuando el estado laico se enfrenta al estado confesional vigente, deslizando fuertes críticas al sistema de organización social y político de aquellos años.

Los estados laicos comenzaron a proliferar en el mundo a partir de este momento bisagra de la historia y se caracterizan por no sostener oficialmente ninguna creencia religiosa, por ejemplo Uruguay es un estado laico.

Para los laicistas, tal como se denomina a los individuos que son partidarios y defienden la propuesta del laicismo, el orden social debe depender de la libertad de conciencia y de ningún modo de la imposición de valores o normas morales que estén vinculadas a una religión, aunque, a pesar de esta situación, los laicistas no condenan el hecho que existan los valores religiosos.

Para la Iglesia Católica, el concepto de laico cobró relevancia a partir del Concilio Vaticano II, celebrado en el año 1959, donde se reconoció oficialmente la vocación religiosa del laico a partir de la santificación de sus obligaciones como cristiano. Es decir, el laico, aunque no es un clérigo puede ejercer la evangelización y desarrollar tareas cotidianas de acuerdo a la propuesta de Jesús.