Significado de libro electrónico Definición, historia, kindle, ventajas y límites
Periodista esp. e investigador
Definición formal
El libro electrónico Es la adaptación del libro de papel al soporte digital, tratando de aproximarse a las sensaciones dadas por la lectura tradicional.
Desde su anuncio, que un puede asociar al lanzamiento del primer Kindle en 2007, de Amazon, se advertía la muerte del libro impreso, no obstante éste continúa coexistiendo en un marco de respeto y con audiencias bien definidas. Uno de los motivos de la sobrevivencia del papel es indudablemente la similitud en los precios entre ambas opciones, limitando la decisión a una cuestión de preferencias.
Lo que proporcionó Kindle fue básicamente un soporte físico diferente a los ya conocidos a nivel digital, y específico a un único objetivo, porque antes uno leía un texto extenso desde la pantalla de la computadora o del notebook, con la incomodidad que eso implica, no obstante después, se pautarían como opciones alternativas el tablet o incluso el smartphone, precisamente sobre la referencia del Kindle.
Historia: Descifrando el núcleo del eBook
¿Qué es exactamente un ebook? ¿Un fichero que contiene el texto y, posiblemente, las imágenes de un libro en el caso que este esté ilustrado? En este caso, prácticamente estaríamos hablando de la historia de los ficheros informáticos para referirnos a los libros electrónicos o ebooks, pero no, no se trata de ello.
Como un libro electrónico busca la comodidad de la lectura en papel pero por medios electrónicos, y dejando atrás algunos precedentes que aportaron poco o nada, podemos afirmar sin mucho temor a equivocarnos, que el que podemos considerar como primer precedente de libro electrónico es una copia de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, creado en 1971 por Michael S. Hart como prueba de concepto de su sistema de ebooks.
A partir de aquí, y el mismo año, nace el proyecto Gutenberg, cuyo objetivo es la digitalización para preservación y para facilitar su conservación, de una serie de obras culturales, muchas de ellas libres de derechos de copyright.
El problema de la lectura en pantallas de computadora es, en esta época y en las tres décadas siguientes, que la calidad que nos ofrecían hacía recomendable no pasarse mucho tiempo trabajando con ellas. Además, la misma postura adoptada sentado frente a la pantalla de una computadora no era precisamente la mejor manera de leer.
Por ello, los ebooks funcionaron durante mucho tiempo como una forma de transmitir documentos libres de derechos (por ejemplo, que estos habían caducado, o se publicaban directamente bajo una licencia libre, muchas veces en formato de texto plano) o bien contenidos pirateados (por ejemplo, PDFs de libros pirateados).
A mediados de la década de los noventa, las primeras PDAs dieron la oportunidad a los consumidores de poder disfrutar de contenidos electrónicos allá donde se encontraran, además de poder llevar dicho aparato en el bolsillo cómodamente. Fueron los predecesores de los smartphones y las tablets, que más adelante facilitarían todavía más la lectura de libros electrónicos.
El mundo editorial tradicional no confió inicialmente en las posibilidades de los ebooks, dejándolos marginalizados como una posibilidad de futuro. La aparición de los primeros lectores de ebooks basados en la solución de tinta electrónica a finales de los noventa empezaron a invertir la situación aunque muy lentamente.
La irrupción de Kindle y posteriormente los Tablets
La entrada masiva del ebook en la sociedad de consumo se consiguió por dos vías, siendo la primera la apuesta que la entonces incipiente multinacional Amazon hizo por este formato a partir de 2007 con la introducción del primer lector de su línea Kindle, que inmediatamente se convirtió en el lector de ebooks de referencia pasando por delante de la línea de Sony.
El segundo hecho que marcó la aceptación y éxito de los ebooks fue la aparición de los tablets de entre 7 y 12 pulgadas, encabezados por el iPad en 2007. Estos dispositivos, ya sean el de Apple o la gran diversidad de modelos basados en Android, han popularizado el consumo de contenidos digitales, tanto vídeo como música y, por supuesto, libros electrónicos.
El libro electrónico no ha arrinconado a la lectura en papel, y aunque haya hecho perder algunas ventas, a buen seguro que ha incrementado el número de lectores y de libros que se leen.
Ventajas del libro electrónico
La principal es que en un sólo dispositivo electrónico podemos llevar a cuestas una biblioteca entera, en nuestro bolsillo. Por ejemplo, en el smartphone. Y con conectividad a Internet, podemos comprar un ebook desde cualquier lugar, y empezar a leerlo allí mismo.
Según el sistema que empleemos, también nos permite retomar la lectura en un dispositivo, en el mismo punto en el que la habíamos dejado en otro dispositivo, manteniendo una continuidad de lectura a través de dispositivos distintos.
Para ello, es necesario que ambos dispositivos estén conectados a la misma red, normalmente Internet.
Además, no nos encontramos limitados a un número de copias físicas, ya que los contenidos digitales se pueden replicar con total facilidad. Todos, en algún momento, hemos sufrido el contratiempo de ir a una librería a pedir un libro y que nos digan que se ha agotado. Tener que encargarlo y esperar a que llegue ya no es una opción con los ebooks, puesto que la copia se entrega al momento. Además, las distintas ediciones nunca se van a agotar…
Se puede buscar muy fácilmente en su contenido. Despídete de horas buscando entre páginas o repasando el índice para encontrar el párrafo en el cual nos daba una cierta información. Con solamente introducir unas palabras clave, fácilmente encontraremos aquello que estamos buscando.
Su precio acostumbra a ser inferior al de un libro físico, ya que no se emplea tanto dinero en producirlo.
Pueden ser actualizados, ya que basta con disponer de un sistema que busque copias más actuales en el servidor, y avise al usuario. Esto es algo muy práctico en, por ejemplo, libros técnicos.
Límites del libro electrónico
El principal consiste en requerir un dispositivo electrónico para poder disfrutar de un libro electrónico, y que dicho dispositivo dependa de la batería.
En el caso de los smartphones y tablets esta es relativamente muy limitada (aunque puede llegar a un día de duración), ya que la pantalla es el elemento que más energía consume en dichos dispositivos. En cambio, en un lector de tinta electrónica, el gasto energético de la pantalla es mínimo, por que la duración de la batería es mucho mayor en comparación con los dispositivos inteligentes táctiles.
Por otro lado, uno puede observar la dificultad desde el conocimiento en compartir un ebook con un amigo, e incluso tiene que tenerse en cuenta que en general existe un proceso de activación individual que directamente impide esta práctica.
Lo otro que llama la atención es la poca diferencia de precio entre ambos formatos, aún a pesar de que los gastos del proceso digital son extremadamente económicos. Uno entiende que esta tendencia está relacionada con mantener una cultura basada en valorar el contenido independientemente del envase en el cual se presenta.
Trabajo publicado en: Ago., 2019.
Ilustraciones: Andrii, Pedro, Ivan Feoktistov
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