Definición de Mandíbula

La mandíbula, también conocida como maxilar inferior, es uno de los huesos que forma el esqueleto de la cara.

Aspectos básicos de su anatomía

La mandíbula es un hueso único ubicado en la línea media, por debajo de los huesos maxilares superiores. Da forma al tercio inferior de la cara y contribuye en la creación de la cavidad bucal.

Este hueso tiene la forma de una herradura cóncava hacia atrás, de cuyos extremos emergen dos pilares en sentido ascendente, uno a cada lado, se trata de las ramas de la mandíbula que finalizan en una estructura llamada cóndilo que articula con los huesos temporales ubicados a los lados del cráneo, originando la articulación temporomandibular (llamada comúnmente ATM).

En su parte externa se insertan varios músculos de la cara, a nivel de las ramas se ubican los músculos de la masticación, en su cara interna se insertan las estructuras que forman en piso de la boca.

El maxilar inferior contiene además una serie de cavidades llamadas alvéolos, en las cuales se ubican los dientes y molares inferiores.

Funciones de la mandíbula

La mandíbula, a través de la articulación temporomandibular, permite la apertura y cierre de la boca. Esta función es necesaria tanto para la masticación de los alimentos como para poder hablar y comunicarnos, se complementa con la presencia de los dientes y molares inferiores.

Además de ello permite formar el piso de la boca, estructura inicial del sistema digestivo, necesaria para poder alimentarnos.

Principales lesiones que afectan a la mandíbula

Este hueso se ve afectado principalmente a nivel del cóndilo, estructura con la que articula con los maxilares superiores. Se trata de una prominencia ósea que puede afectarse por trastornos como la artrosis, la artritis reumatoidea y traumatismos. Sus lesiones se manifiestas principalmente con dolor y traquido al abrir y cerrar la boca.

Otra lesión muy común en la que se ve involucrado es en el bruxismo, condición en la que se aprietan involuntariamente los dientes durante el sueño, debido a la tensión de los músculos masticatorios.

Menos frecuentemente es posible que tras algún traumatismo ocurra su desplazamiento de su normal localización produciéndose una luxación. Esta lesión es muy dolorosa y hace que sea imposible abrir o cerrar la boca, es una emergencia que debe resolverse inmediatamente tras su ocurrencia.

La mandíbula también puede afectarse por los diversos trastornos que pueden ocurrir en los huesos, como es el caso de las fracturas, osteoporosis y la aparición de tumores.

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