Definición de Manzana

La manzana es una fruta originaria de Asia Central y desde la antigüedad ha sido valorada como un alimento muy saludable. Tiene un sabor dulce y presenta distintas variedades (la golden, la fuji y la red delicious son las más conocidas). Al margen de sus propiedades nutritivas, presenta un significado simbólico.

Una fruta con propiedades nutritivas y muy beneficiosas para la salud

Presenta innumerables beneficios para la salud. Tiene abundantes minerales y vitaminas (contiene potasio, fósforo, calcio, boro, hierro y magnesio y vitamina A, B6, C, E y K). Algunos estudios indican que el consumo de dos manzanas al día puede ayudar a mantener un corazón sano. Su relación con el sistema cardiovascular se debe a que contiene pectina, una sustancia que reduce los niveles de colesterol en la sangre.

Se considera que es útil para combatir los problemas de vesícula. Por otra parte, se recomienda su consumo para las personas con problemas gástricos, con flatulencias, con anemia o con artritis. Al masticar la manzana se produce saliva y esta circunstancia beneficia la limpieza bucal.

Este fruto contiene antioxidantes que neutralizan los radicales libres que causan los tumores cancerígenos y es un potente aliado para mejorar la digestión o el estreñimiento.

Según algunos estudios, su consumo habitual ayuda a mantener el cerebro activo y también puede disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama, de colon y de hígado.

En la cocina es un ingrediente con infinitas posibilidades

Son numerosas las recetas relacionadas con esta fruta. Se puede consumir con todo tipo de combinaciones (como flan, formando parte de una ensalada de fruta, en bizcochos, en puré, en salsa, en jugo, etc.). Sin embargo, la tarta de manzana es probablemente la receta más conocida internacionalmente (si bien no se conoce su origen exacto, en algunos libros de cocina ingleses de la Edad Media ya se encuentran recetas de tarta de manzana).

Su dimensión histórica y cultural

Desde un punto de vista histórico este fruto es recordado como el fruto del pecado. Si bien en el libro del Génesis no se indica que Adán comiera la manzana que le dio Eva (se habla del fruto prohibido), en el Renacimiento los pintores recurrieron a este fruto para reproducir con imágenes las escenas bíblicas sobre el pecado original.

En el lenguaje cotidiano la expresión «ser una manzana podrida» se utiliza para recordar que una persona con maldad puede llegar a corromper a los demás. En el refranero español abundan las referencias a esta fruta («mujeres y manzanas, muchas hay podridas que parecen sanas» o «la manzana podrida, pudre a su vecina»).

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