Definición de Metafísica
Profesora en Filosofía
1. La metafísica es una subárea de la filosofía que dedica su atención al estudio de problemas que trascienden la física, es decir, la naturaleza abstracta de las cosas. Inicialmente, Aristóteles la caracterizó como la “primera ciencia” que buscaba investigar “el ser y el conocimiento como tal” en un intento de comprender la realidad (ontología), el universo (cosmología) así como la naturaleza del conocimiento (epistemología).
2. Derivación de significado. Discusión o teorización sobre algo abstracto.
Etimología: Por el latín tardío metaphysĭca, respecto del griego bizantino μεταϕυσικά (metàphysiká), dado por la expresión μετὰ τὰ ϕυσικά, que remite a ‘Después de la Física’ en alusión a los trabajos de Aristóteles, determinando como primera base la filosofía natural para luego poder introducir la filosofía ontológica, formado por el prefijo μετὰ-, por ‘después de’, (metà-), y physiká, forma femenina de φυσικός (physikós), por aquello ‘que forma parte de la naturaleza’.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: me-ta-fí-si-ca.
Metafísica
La metafísica, en líneas generales, es el área del pensamiento, al interior de la disciplina filosófica, que se ocupa de la pregunta por el ser. Desde la Antigüedad, el pensamiento metafísico ha intentado comprender y explicar el mundo a través de esta pregunta, dirigida hacia el fundamento de lo existente.
Cabe señalar que aquello que se entiende por metafísica no se mantuvo constante a lo largo de la historia, sino que cada tradición filosófica ha planteado un modo propio de conceptualizarla, por lo que para dar una definición completa es preciso trazar una genealogía de su uso.
Los orígenes de la metafísica
El discurso sobre el ser tiene su origen en el pensamiento occidental hacia el siglo VI a. C., en la obra de Parménides, quien establece la distinción entre el ser y el no ser. Al primero corresponde el pensamiento racional, mientras que al segundo corresponden las opiniones.
La herencia parmenídea es retomada por Platón (427 a. C. – 347 a. C.) y, más tarde, por Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.). La tradición en la que se inscriben estos filósofos puede ser definida a partir de la idea de que la esencia del ser o el ser en cuanto tal constituyen el objeto privilegiado del saber, puesto que el ser es lo más universal (todas las cosas son) y, al mismo tiempo, lo más sustancial (dado que fundamenta la existencia de todas las cosas).
Por consiguiente, la metafísica, en tanto ciencia que estudia al ser en sí mismo es, en términos de Aristóteles, Filosofía primera. Ella se ocupa de los primeros principios porque, al preguntarse por el ser, se pregunta por el principio de todo lo que es. Aristóteles brinda cinco definiciones acerca de la metafísica:
(I) Es el saber relativo al carácter de ser de todo ente, aquello que hace que todos los entes sean. Es, entonces, la disciplina que se ocupa del ser como fundamento.
(II) Es la ciencia que trata de lo primero, los primeros principios (arkhé) y las causas primeras (aitia), es decir, es la ciencia que explica el origen de todo lo que es.
(III) En este sentido, es la Filosofía primera y se distingue de la Filosofía segunda porque se ocupa del ser como lo más general en relación con los entes y no de sus géneros y especies.
(IV) Es la sabiduría misma (sophia), en tanto conocimiento de lo que está “más allá” del mundo físico.
(V) Es la ciencia teológica (epistéme theologiké). En la medida en que uno de los primeros principios es el principio de lo divino, luego, el saber que se ocupa de los primeros principios y las primeras causas estudia también al ente supremo, al concepto supremo que está por encima de todo otro concepto.
La crítica kantiana a la metafísica
Ya en la modernidad, la noción predominante de la metafísica, bajo la tradición racionalista fundada por R. Descartes (1596-1650) y continuada por autores como G. Leibniz (1646-1716) o C. Wolff (1679-1754), entre otros, supone que la razón nos permite alcanzar todos los conocimientos posibles acerca de lo existente, a través de nuestra intuición intelectual. La intuición intelectual y la deducción a partir de axiomas garantizaban el conocimiento de la realidad, a través de la razón pura. Mientras que el conocimiento mediado por los sentidos era confuso, el conocimiento verdadero era accesible por medio de la razón. La diferencia entre uno y otro era, no obstante, de grado. Este modo de proceder del pensamiento a partir de principios, progresando de manera deductiva mediante conceptos, fue llamado dogmático.
I. Kant (1724-1804), heredero de la tradición Leibniz-Wolffiana, será uno de los primeros críticos de la metafísica dogmática, a partir de su rechazo de la intuición intelectual, que pertenece a Dios, pero no a los seres humanos. El pensamiento crítico kantiano sostiene la necesidad de separar la esfera de lo cognoscible del ámbito de la metafísica, a saber, aquello de lo que no podemos tener intuición empírica y que, por lo tanto, no podemos conocer. En este sentido, Kant investiga en su Crítica de la Razón Pura los usos legítimos de la razón pura, que permiten fundamentar la metafísica como una ciencia.
El pensamiento posmetafísico
En el pensamiento contemporáneo, las tendencias antimetafísicas o posmetafísicas han tomado cada vez mayor relevancia, postulando la necesidad de una superación de la metafísica. Diferentes corrientes —la fenomenología, la filosofía analítica, la deconstrucción, las derivas del pensamiento postantropocéntrico— coinciden en una profundización de la crítica hacia la metafísica, si bien tales críticas resultan, innegablemente, de diverso signo.
Art. actualizado: Agosto 2022; sobre el original de abril, 2009.
Referencias
Grondin, J. (2014). Introducción a la metafísica. Herder Editorial.Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.