Definición de Mitología

Lilén Gomez
Profesora en Filosofía

Se entiende por mitología al conjunto de mitos pertenecientes a una determinada cultura (así, la mitología griega consiste en una serie de mitos fundacionales de sus pueblos —por ejemplo, la Teogonía de Hesíodo constituye una mitología típica—); y, en un sentido específico, al estudio científico de los mitos, desde disciplinas como la antropología, la lingüística, la filología, entre otras.

La palabra mitología, por el latín tardío mythologĭa, tiene base en el griego μυθολογία (mythología), constituida por los términos μῦθος (mŷthos), que designa un tipo de discurso formulado, ya sea un diálogo o un relato, y λόγος (lógos), que refiere a la palabra de manera general, contemplando las diversas formas de aquello que es dicho. El ámbito del mito, usualmente, se asocia con los discursos sagrados, relativos a los dioses o héroes y, a causa de ello, muchas veces se lo contrapone al lógos entendido como una forma racional del discurso. Sin embargo, el mŷthos no confronta con el orden del lógos, sino que forma parte de él.

El mito y el pasaje de la oralidad a la escritura

La noción del mito que nos resulta más familiar es aquella que hemos heredado de los griegos, la cual ha signado las interpretaciones sobre la génesis del pensamiento Occidental. Aquella se caracteriza por ser una definición doblemente negativa: el mito no es real, sino ficticio; ni tampoco racional, sino absurdo o fantástico (refiere a hechos maravillosos, protagonizados por seres sobrenaturales y extraordinarios, como monstruos, dioses y héroes). Desde el punto de vista clásico, la construcción histórica de la oposición entre el mito y el discurso lógico-racional está asociada, en su origen, al pasaje en Grecia de la tradición oral hacia diferentes formas de literatura escrita.

La escritura constituyó, respecto de la tradición oral, no solamente una nueva manera de expresión, sino, además, de pensamiento. Esto se debe a que, con el discurso escrito, se produjo un tipo de análisis y un ordenamiento conceptual más abstracto que el que organizaba la poética. Tales abstracciones dieron lugar a la elaboración de un lenguaje filosófico, acompañado por el empleo de un vocabulario ontológico, referido al Ser en cuanto tal o a lo existente en general.

En consecuencia, el lógos pasó a asociarse con un tipo específico de discurso, cuyo valor es racional y demostrativo, mientras que el relato mítico quedaría del lado de la narración no argumentativa, que no se halla orientada a la demostración sino al placer del oyente. Desde esta perspectiva —asumida ya por Platón (427 a. C. – 347 a. C.) y Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.)—, así, la filosofía se separa del mito, marcando una distancia de orden intelectual.

El carácter paradójico del mito en el pensamiento occidental

Siguiendo la caracterización del mito que hemos heredado de la Antigüedad clásica, éste adquiere un estatuto paradójico: por un lado, el mito aparece como primigenio y fundacional de la cultura; pero, por otro, la misma tradición de pensamiento occidental no le reconoce una función propia al mito en su interior, sino que apunta a diferenciarse de aquel, una vez que le adjudica el carácter de oposición al sentido lógico, a la razón, a la verdad y a la realidad. En este sentido, el mito resulta desjerarquizado frente al saber racional de la filosofía, a pesar de su que ésta reconoce su estatus originario.

Consensos en torno a la definición de los mitos

Existe una serie de rasgos que son generalmente aceptados en la definición teórica del mito, a saber: su función en tanto relatos acerca de los primeros tiempos del mundo, en cuanto el mito explica la emergencia de un cierto orden, cosmogónico o antropológico; su carácter sagrado, ya que excede la división entre lo santo y lo profano; y su autoría social o colectiva, en la medida en que los mitos carecen de una autoría individual.

No obstante, la idea de que la filosofía griega nace como discurso esencialmente racional frente a la irracionalidad del mito ha sido ampliamente revisada y cuestionada a partir de la concepción en la que ésta se encuadra, según la cual Grecia se erige como el origen de la civilización frente a la barbarie. Desde una perspectiva historiográfica, la asociación entre lo irracional y el mito, así como entre lo racional y la civilización, puede ser entendida como una proyección sobre el mundo antiguo de las relaciones de colonialidad que se desarrollaron fundamentalmente a partir de la Modernidad entre el mundo europeo, asumido a sí mismo como cuna de la civilización, y el mundo colonizado, al cual se atribuían el salvajismo y el pensamiento mágico, religioso y mítico. En este sentido, se ha planteado una profunda revisión de la distinción histórica entre mito y filosofía, dado que ésta resultaría de una proyección eurocéntrica atravesada por las condiciones materiales del colonialismo; de modo tal que entre ambas formas discursivas es posible encontrar implicancias mutuas.

 
 
 
Por: Lilén Gomez. Profesora en Filosofía, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Desempeño en el ámbito de la docencia y la investigación, en áreas de la Filosofía Contemporánea.

Art. actualizado: Dic. 2022; sobre el original de noviembre, 2012.
Datos para citar en modelo APA: Gomez, L. (Dic. 2022). Definición de Mitología. Significado.com. Desde https://significado.com/mitologia/
 

Referencias

Vernant, J. P., & Gázquez, C. (1982). Mito y sociedad en la Grecia antigua. Madrid: Siglo XXI.

Campos, N. G. T. (2004). Los mitos. Consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos. Gazeta de antropología, 20.

Fernández Parmo, G. (2016). Las relaciones entre el mito y la filosofía en los primeros filósofos.

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