Definición de Monarquía

Es una de las formas de gobierno más antiguas que existen. Su característica fundamental consiste en que un rey es quien concentra todo el poder de una nación. El cargo de rey tiene un carácter vitalicio y es hereditario. Sin embargo, no hay un único modelo de monarquía. En este sentido, existen dos posibles planteamientos: la monarquía absoluta o autoritaria o la parlamentaria.

Monarquía parlamentaria o constitucional

En este modelo los poderes del rey se encuentran limitados, pues el parlamento de una nación es quien representa la soberanía popular. La ley que limita los poderes del monarca es la constitución, el documento que explicita las funciones del monarca. En las naciones donde existe una monarquía parlamentaria hay una división de poderes (el poder ejecutivo, el ejecutivo y el judicial) y el monarca cumple funciones de representación y, al mismo tiempo, se convierte en un símbolo de la unidad de la nación.

En la actualidad, algunas de las naciones con este sistema de gobierno son Reino Unido, Holanda, Noruega, Dinamarca, Suecia o España. Si tomamos como referencia el papel del monarca en España, sus atribuciones están recogidas en el artículo 56 de la Constitución.

Monarquía absoluta

Como su nombre indica, se trata de un sistema de gobierno en el cual el monarca concentra todo el poder y, por lo tanto, no se produce una división de poderes

Esto implica que las decisiones de una nación son asumidas por un individuo, el rey. Su máxima autoridad no está limitada por ningún otro órgano, ya que se considera que la voluntad del rey no puede estar sujeta a las leyes.

Esta forma de gobierno es la que caracterizó a las naciones europeas hasta el siglo XVlll. En países como España, Francia e Inglaterra los reyes gobernaban sin restricciones, hasta el punto que a Luis XlV se le atribuye la célebre frase » el estado soy yo «, una afirmación que sintetiza el planteamiento de cualquier monarquía absoluta.

Cuando en 1789 se produjo la Revolución Francesa y se suprimió la monarquía, se inició un proceso de transformación en la mayoría de naciones y las monarquías dejaron de ser absolutas para adaptarse paulatinamente al sistema parlamentario. Sin embargo, en la actualidad todavía hay algunos países en los que la monarquía absoluta está en vigor, como Qatar, Brunéi, Swazilandia, Omán o Arabia Saudí.

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