Definición de Naufragio
Un naufragio es la perdida y hundimiento en el mar, río, lago o cualquier otra masa de agua, de una embarcación.
Pérdida y hundimiento en el agua de una embarcación que se produce por diferentes causas
Las causas que desembocan en un naufragio resultan ser de lo más variadas, en tanto, las podemos agrupar en dos categorías, por un lado, los problemas técnicos o de estructura que surjan intempestivamente en la embarcación mientras la misma navega, y por otro lado, se cuentan las situaciones climáticas graves como ser: huracanes, tormentas, entre las más comunes.
Cualquiera de las dos categorías mencionadas son consideradas causas directas.
A continuación se describen las causas directas que más naufragios han provocado en la historia de la navegación.
La vía de agua se ocasiona tras la perforación del casco, hecho que facilita la entrada de agua en la parte sumergida del casco; la inestabilidad, es decir, la embarcación se inclina hacia un extremo y ello impide que luego pueda recobrar el equilibrio; la causa meteorológica que puede, o producir inestabilidad en el buque o bien desembocar en el impacto contra alguna estructura sólida que podría llegar a dañar el casco, beneficiando la vía de agua; un fallo de navegación, un error, ya sea humano o tecnológico, que provocará la colisión de la embarcación contra rocas sumergidas, icebergs o incluso contra otras embarcaciones; y finalmente, daños intencionalmente provocados contra la nave, los cuales podrán estar motivados por un enfrentamiento bélico, que derivó en sabotaje, impacto de misiles, proyectiles y de torpedos, entre otras armas poderosas.
La historia alberga en sus hojas infinidad de historias de naufragios, más, o menos resonantes, pero se trata de un peligro o una amenaza de la cual casi nadie está exento, aun poseyendo la más importante, lujosa y segura embarcación. Prueba de ello es el naufragio del transatlántico inglés Titanic, en el año 1912, uno de los naufragios más populares, comentados, documentados, investigados y representados a lo largo de la historia.
Casos emblemáticos de hundimientos
El Titanic fue el barco más lujoso e imponente del siglo XX; en abril de 1912 llevó a cabo su viaje inaugural partiendo desde las costas de Southampton, Inglaterra, con destino a la ciudad de Nueva York, pero lamentablemente, ese destino jamás lo alcanzó porque a los cuatro días de zarpar chocó contra un iceberg, un pedazo enorme de hielo flotante, al sur de las costas de Terranova y se hundió. La tragedia dejó como saldo 1.517 personas desaparecidas.
La tragedia del Titanic fue aún mayor porque a pesar de todos los lujos y comodidades con los que contaba esta embarcación no disponía de las medidas de seguridad suficientes y tampoco de elementos para hacerle frente a un caso inesperado.
Solamente había salvavidas para un poco más de mil cien personas.
Este trágico acontecimiento desnudó una falencia en materia de seguridad y sirvió para que a partir de entonces se incrementase la seguridad marítima.
Y por otro lado si de enfrentamientos bélicos hablamos como causantes de los hundimientos y naufragios de embarcaciones no podemos soslayar el del transatlántico británico RMS Lusitania.
En pleno desarrollo de la Primera Guerra Mundial, el barco fue identificado y atacado por los alemanes que estaban luchando contra los ingleses. Era mayo de 1915 y el barco se hundió en 18 minutos nomás.
Murieron casi 1.200 personas de las 1.959 que viajaban.
El suceso causó conmoción mundial y por supuesto generó que el mundo rechazase los actos alemanes. También animó a Estados Unidos a aliarse contra Alemania.
Los viajes en el mar o en cualquier otra agua disponen desde los tiempos más remotos de la humanidad de una relevancia tremenda porque fueron y son un vehículo para la actividad comercial y también una opción para el traslado de un sitio a otro.
Poseidón dios griego del agua
Por esta importancia es que por ejemplo en la antigüedad, más precisamente en Grecia, la mitología tan famosa de esta cultura, le otorgaba a un dios la protección y autoridad sobre las aguas: Poseidón.
Todo lo que en ellas sucedía era por obra y gracia de esta deidad.
Los marineros se encomendaban a él para que protegiese sus viajes y así poder viajar sin sufrir ningún problema. También solían ofrecerle algún sacrificio animal.
Y por otro lado, Poseidón, cuando algo lo enojaba, era el responsable directo de las tormentas y tempestades que se producían y que como consecuencia producían los naufragios.
Por otra parte, en el lenguaje corriente, la palabra naufragio se emplea con recurrencia como sinónimo de desgracia o de un desastre grande. Cuando un proyecto no se concreta como se esperaba o se debe suspender en pleno desarrollo se suele hablar de naufragio, porque claro, implica un daño gravísimo.
“ El naufragio de mi matrimonio realmente me ha partido en dos.”
Trabajo publicado en: Nov., 2010.
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